Infusión de cucarachas y polvo de lagartija: el "apetecible" remedio contra la pulmonía
Antes de que los médicos llegaran a los pueblos remotos los males se sanaban con infusiones de cucarachas y chinches, polvos de lagartija, hierbas y todo tipo de remedios difíciles de creer desde la perspectiva actual
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La infusión de cucharachas era muy consumida en Canarias / Fajrul Islam
Gran Canaria
Una infusión de cucarachas para curar la pulmonía. Era uno de los remedios habituales a los que recurría la población en los pueblos remotos de Canarias a los que no había llegado la medicina y está recogido en el libro "Mitos y leyendas, prácticas brujeras, maleficios, santiguados y curandismo popular en Canarias" escrito por Sebastián Jiménez Sánchez. "El agua de cuchas para las pulmonías era muy usado, también el agua de chinches para el malestar intestinal", explica Juan Carlos Saavedra en su sección Leyendas Canarias en Hoy por Hoy El Drago, con Agustín Padrón. "Las cuchas, las cucarachas, se hacía una tisana con agua de cucas y conozco a muchos mayores que todavía dicen que funcionaba", explica Saavedra. "Desde nuestra óptica actual parece extraño, pero en otros lugares y contextos quizá no tanto", añade.
Polvos de lagartija para combatir el asma
Antes de que la medicina llegara a los pueblos remotos de Canarias mucha gente recurría a remedios caseros y leyendas, algunas de ellas no muy efectivas. Hacer una cruz de añil en la espalda del recién nacido, saquitos de piedras de ara proteger a los niños del mal de ojo o lanzar granos de mostaza antes de un bautizo para evitar la llegada de las brujas. Colocar un sombrero de fieltro en la tripa de la embarazada para llevar el parto a buen puerto o utilizar polvos de lagartija para combatir el asma. "Ellos creían que si una embarazada tenía un antojo y no se satisfacía tendría efectos en el bebé", explica Saavedra.
Hoy por Hoy El Drago: la santería tradicional canaria
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Orines, ajo o azúcar para curar la picada de una medusa
Algunos de estos remedios han pervivido hasta no hace tanto y algunos se aplican incluso todavía hoy, como utilizar orines para calmar la picada de una medusa, -algo que no tiene ninguna base científica-. También se usaba ajo, azúcar o el huevo de una gallina recién puesto. "Cuando uno tenía un orzuelo en el ojo se aplicaba una llave fía o el rabo de un gato", explica Saavedra. "Recuerdo que cuando éramos pequeños y teníamos una pequeña herida, había quien utilizaba telaraña para cortarla", añade. Son prácticas sin fundamento científico pero ante la ausencia de médicos, por sugestión, se recurría a ellos.
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Los esteleros y yerberos todavía existen en Canarias
En Canarias existe una larga tradición de "esteleros", que según el Diccionario Básico de Canarismos de la Academia Canaria de la Lengua, son curanderos que se dedican a arreglar dislocamientos de huesos y articulaciones o "yerberos", que curan con hierbas medicinales. "Aquí si hay un componente científico, porque las plantas tienen un componente farmacológico", explica Juan Carlos Saavedra. Los esteleros y yerberos si eran defendidos por Sebastián Jiménez Sánchez, el autor del libro. "Dentro de nuestra cultura popular son muy defendidos, alguno acabó en la Unión Deportiva Las Palmas ayudando a los jugadores", concluye Saavedra en la sección. En Tejeda existe el museo de los yerberos (Centro de Plantas Medicinales de Tejeda) que muestra los distintos usos de las hierbas y plantas más representativas de la zona: medicinal, culinario, simbólico…, en un marco incomparable con jardines donde pasear y disfrutar de las plantas.
