"Nuestros niños ven en las pantallas relaciones sexuales en las que parece que el más machirulo es el más molón"

Santa Cruz de Tenerife

Cada vez más pronto y más irreal: así consumen pornografía los adolescentes canarios. La edad de inicio de ha adelantado a los 12 años y ha convertido internet en "una escuela de sexualidad patriarcal" con mensajes que normalizan y erotizan la violencia. Así calificó la consejera de Acción Social del Cabildo de Tenerife la profundidad de la red durante la presentación de un estudio elaborado junto a la Universidad de La Laguna para analizar el impacto del porno en la adolescencia y la juventud.

El informe, editado en 2021, concluye que seis de cada diez chicos consumen pornografía semanalmente y que más de la mitad de los menores entrevistados resuelven sus dudas sobre sexualidad a través de internet. Para la directora general de Protección a la Infancia y la Familia del Gobierno de Canarias, la clave está en el fácil acceso a este contenido que provoca que "nuestros niños y niñas estén aprendiendo que la forma de relacionarse a través de la sexuales es una forma repleta de violencia". Iratxe Serrano también destaca cómo estas secuencias están totalmente alejadas de las situaciones reales, "por lo menos las que entendemos los adultos".

En España, el consumo es principalmente masculino. Son los hombres los que copan siete de cada diez visualizaciones según la principal plataforma de porno del país. En sus vídeos, en sus pantallas, "ven relaciones en las que hay muchísima gente participando y donde parece que el que es mas machirulo, más machito, luego es el más molón. Eso es lo que están aprendiendo nuestros niños", añade la directora.

Crecen los delitos sexuales a través de redes sociales

El calado de este tipo de sexualidad aprendida a través de internet lo constatan los datos de la Fiscalía Superior de Canarias. Según recoge la memoria anual de 2021, los delitos relacionados con la libertad sexual cometidos por menores a través de redes sociales aumentaron un 88%. La Fiscal Superior, María Farnés, explicó en sede parlamentaria que no se trata de relaciones sexuales violencia y que muchas veces son los propios padres los que denuncian los hechos tras observar las pruebas en sus teléfonos móviles. Como consecuencia, "tenemos que plantearnos cómo regulamos esa parte y cómo los padres supervisan qué acceso tienen los niños y las niñas al tipo de contenidos que se vierten en la red", señala Serrano.

Otro apartado merece la violencia de género en los adolescentes. Y es que en 2022, los juzgados canarios de menores dictaron 18 sentencias al respecto de las que 17 conllevaron una imposición de medidas según el Consejo General del Poder Judicial. La dirigente ha reconocido preocupación "por todo el auge de violencia que estamos viendo entre los propios menores, situaciones de agresiones sexuales entre menores. Es un escándalo siempre, pero hay que apelar a la responsabilidad de los medios de comunicación y de la sociedad en su conjunto" porque "los niños y las niñas están altamente expuestos a la pornografía".

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