"Si no hubiese sido por la financiación pública no habría podido estudiar": la primera española que se convierte en astronauta

Santa Cruz de Tenerife

Investigaba terapias para el cáncer en el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas cuando decidió postularse como astronauta para la Agencia Espacial Europea (ESA). Tras 'competir' con 23.000 aspirantes más y pasar duras pruebas, Sara García Alonso consiguió convertirse en la primera mujer candidata a astronauta de la historia en noviembre de 2022. Tiene 33 años y estudió Biotecnología en la Universidad de León, su cuidad natal. Por eso para ella es tan importante la educación y la financiación pública: "Si no hubiera sido por la financiación pública no habría podido estudiar. Siempre he sido becada, desde el instituto, y estoy por agradecida, por lo que ahora quiero devolver a la sociedad todo lo que han invertido en mí con tareas de investigación y divulgación".

A pesar de su reciente nombramiento como astronauta en reserva, el 95% de su tiempo lo sigue dedicando a la investigación oncológica. "Me levanto muy pronto por las mañanas, hago deporte, voy al Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas, tengo reuniones, hago experimentos y, entre medias, intento intercalar en mi día a día eventos de divulgación". Precisamente uno de esos eventos tuvo lugar este viernes en la Universidad de La Laguna (ULL), en Tenerife. Allí, impartió una charla titulada De la curiosidad infantil a la conquista del espacio: Mi viaje en el mundo STEM. "Contar mi experiencia a estudiantes me fascina porque yo también estuve ahí y compartimos el miedo y la inseguridad. Compartir mi experiencia y ver que les puede servir para algo me hace mucha ilusión", reconocía luego en La Ventana de Canarias.

"Mi sueño es participar en una misión relacionada con la biomedicina"

Muchos niños sueñan con ser astronautas cuando son pequeños. Sara García también fue uno de ellos, aunque soñó, además, con ser bióloga, física o química. "Tenía curiosidad y ganas de aprender, pero no sabía a lo que me quería dedicar. Quería que lo que hiciera sirviese para algo y mejorase nuestro mundo, pero no tenía ni la más remota idea de cómo conseguirlo", explicó. La científica reconoce que se guio por su instinto, algo que le ha permitido tomar siempre sus propias decisiones sin prestar atención a condicionantes como la escasez de mujeres en la ciencia.

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Personalmente, le gustaría participar en una misión con la ESA relacionada en biomedicina: "Por pedir, que sea sobre investigación oncológica". No obstante, asegura que pondrá toda su "pasión, corazón y cabeza" en la misión que le manden. "Sea la que sea estoy segura de que traerá importantes avances para la sociedad y, por eso, la que me designen será mi misión soñada", afirmó.

Hasta su llegada, solo había una mujer astronauta en toda Europa

A pesar de que el número de mujeres que estudian carreras de ciencias en las universidades es notablemente mayor al de los hombres, en la práctica profesional, sobre todo en puestos de responsabilidad y altos cargos, apenas hay presencia femenina. "Es algo que en ciencias llamamos efecto tijera", explicó Sara. El ejemplo más claro está en la propia Agencia Europa Espacial: hasta el año pasado solo había una mujer astronauta en toda Europa, la italiana Samantha Cristoforetti. "Este año ha habido un auténtico cambio de paradigma, ya que la ESA hizo una gran labor de publicidad para animar a las mujeres a presentarse a los procesos de selección de candidatos", cuenta.

En anteriores ocasiones, el número de presentaciones de candidaturas fue "increíblemente bajo". Y, aunque en 2022 se incrementó, siguió siendo muy bajo, un 25% de mujeres frente a un 75% de hombres de esos 23.000 candidatos. "Sin embargo, en la promoción hay paridad, somos ocho mujeres y nueve hombres y el proceso ha sido ciego, es decir, no se consideraba el género, lo que implica que las mujeres podemos ser astronautas", defendió.

"Mi mensaje para las niñas es que no se pongan límites. Como chicas, puede que parezca más difícil, pero a veces las barreras nos las ponemos nosotras mismas. Las animo a que se atrevan a explorar, a perseguir lo que les motive, que se animen. Yo también me he enfrentado a estadísticas que juegan en mi contra, pero me he permitido perseguir lo que me hace feliz", concluyó Sara García, la primera referente en el mundo aeroespacial.