Sobre el proyecto 'Identitaria'
El Gobierno de Canarias entregó el lunes en una gala celebrada en el Teatro Guiniguada las distinciones Identitaria 2023, para premiar a personas y entidades que han protegido de forma destacada el patrimonio cultural de las islas. En esta primera edición, resultaron galardonados la asociación cultural Raíz del Pueblo, de La Oliva, y tres conocidos historiadores canarios: Amara Florido, especialista en arqueología industrial, José de León, director del proyecto de Risco Caído y las Montañas Sagradas de Gran Canaria, patrimonio mundial, y Juan Francisco Navarro, mi profesor de prehistoria de la Universidad La Laguna. 40 años de docencia…
La gala, que se apunta con carácter bienal, es una más de la panoplia de actuaciones –entrevistas, tertulias, certamen literario, ediciones y exposiciones-, que persiguen continuar y profundizar la reflexión hoy abierta sobre la identidad, lo canario y la canariedad, desde una perspectiva moderna, insistiendo en valores como la tolerancia y el respeto, propios de sociedades plurales como la nuestra.
Identitaria es una aventura sorprendente en estos tiempos de mediocridad en los que se simplifica y nivela todo por su mínimo común denominador: es un proyecto interdisciplinar, arriesgado, y voluntarioso, que señala hacia objetivos definidos, pero no pretende que necesariamente se alcancen, sino que se pongan en marcha, y que alteren el rumbo cansino de los lugares comunes y el autobombo desde donde siempre se han defendido ideológicamente nuestras convicciones sobre la canariedad.
Sospecho que -desde su propio nombre- este proyecto no trata de inventar un neologismo al que incorporar un discurso ya previsto, sino de señalar que ni existe ni es probable que puede existir una única identidad que defina a este pueblo insular y atlántico deudor de los cambios del viento y la fortuna, a esta raza hija de mil leches que incluso cuando se mira el ombligo, lo hace en tantas direcciones. Porque si algo hay de identitario en nuestro presente social, si algo nos iguala e identifica como un pueblo, ha de ser eso, sin duda, la suma de identidades, genéticas, culturas e inculturas que nos marcan y definen desde hace ya quinientos años.