Administrador vs administrado

Larra explicó como nadie, en su artículo Vuelva usted mañana, la desesperación de la ciudadanía ante la apisonadora de la Administración. Y es que tramitar cualquier documento o realizar una consulta o gestión, se convierte con demasiada frecuencia en un pulso del administrador contra el administrado.

Decimos que es la burocracia, pero lo cierto es que los funcionarios no son máquinas inanimadas. Se les presupone alma como personas que son, aunque a veces nos hagan dudar por su falta de empatía y su empeño en obstaculizar más que en atender.

Viene esto al caso porque el Gobierno de Canarias quiere que los ciudadanos nos pronunciemos sobre cómo mejorar la calidad de los servicios públicos. El primer paso es, sin duda, humanizarlos. Parece una perugrollada, pero visto lo visto es una petición más que justificada.