Así trabaja el helicóptero de salvamento marítimo en Canarias: "No puede ser que nos lesionemos en cada rescate"

Santa Cruz de Tenerife

Todo empieza con una llamada al Centro Coordinador de Emergencias y Seguridad del Gobierno de Canarias. Al mismo tiempo que el usuario ofrece los datos del accidente, el operario ya está movilizando a los efectivos policiales y sanitarios. Acorde al último balance del servicio telefónico de la Dirección General de Emergencias, en el año 2021 atendieron 568.152 llamadas. De ellas, alrededor de 207.748 trasladaban una situación de emergencia en las que se existía algún tipo de riesgo para la vida de algún ciudadano. Las tres principales causas, en orden descendente, fueron la seguridad ciudadana, extinción de incendios y accidentes.

El cuarto motivo es referente al salvamento en las costas, mayoritariamente por cuestiones migratorias, aunque un porcentaje corresponde a la asistencia de bañistas o usuarios que han sufrido un golpe de mar. Acorde a los datos de la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo, Canarias fue la tercera comunidad autónoma en muertes por ahogamiento en el año 2023. En concreto, se registraron 52 decesos, frente a los 68 de Andalucía y los 66 de Cataluña. Un aumento de la media nacional del 8%, respecto al año anterior.

Este último fin de semana, la isla de Tenerife ha registrado al menos dos rescates en sus costas. Uno de ellos, en Los Gigantes, en la piscina natural de Isla Cangrejo. El segundo, el que se produjo en la playa de Rojas, en la costa de El Sauzal, donde un amplio dispositivo acudieron al rescate de un padre y su hijo a los que una ola había arrastrado. Estas actuaciones del Grupo de Emergencias y Salvamento (GES) se producen en plena declaración de aviso por fenómenos costeros, por las que el Gobierno de Canarias pide prudencia a la población y prohíbe el baño.

¿Cómo trabajan los medios aéreos? El GES tiene su base de Tenerife, en el norte de la isla, en la localidad de La Guancha. En ella se encuentran, ante posibles alertas notificadas desde el 112, un grupo de rescatistas además del helicóptero que efectúa las intervenciones. Gabriel Pérez es el coordinador de helicópteros del GES y, por tanto, quien moviliza los operativos. "Cuando salen estos servicios recibimos las llamadas y nos dan la información, desde la base hasta la playa de Rojas, por ejemplo, que es bastante conocida por nosotros disponemos de poco tiempo para hacer el briefing y saber cómo debemos proceder y qué nos vamos a encontrar", explica a Radio Club Tenerife.

Recomendaciones: "lógica" e intentar no salir

Pérez reconoce que ese punto de la geografía insular es un viejo conocido del grupo: "hay muchos rescates en esa playa", apunta. Entre la llamada y la propia escena "hay una gran variación", por lo que la capacidad analítica de los profesionales es vital para improvisar un plan de rescate. "Es una zona muy complicada, depende de las mareas, de si suben o bajan, del momento, en épocas donde hay alertas siempre hay una posibilidad de que esté calmado, pero de que vengan olas con más intensidad, es muy común, nos toca ir bastante a esa zona", explica.

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Preguntado por posibles soluciones para que no se produzcan o se reduzcan los rescates, el coordinador aéreo señala que "poner señalización" es una "opción". "Como pasa con los senderos de Masca, pero nos damos cuenta de que incluso con señales y los avisos de las emergencias, nosotros sabemos que cuando el mar viene así vamos a tener que hacer rescates", añade. Frente al exitoso rescate del menor de 12 años, que mostraba un cuadro de hipotermia, está la labor de búsqueda del padre, que se ha demorado.

"No nos podemos lesionar"

"Había mucha gente en la zona que nos señaló dónde estaba el menor, dentro del shock estaba relativamente tranquilo, nada más salvarlo iniciamos la búsqueda del padre", explica. De hecho, Pérez recalca la correcta gestión de la emergencia que hizo el menor, quien, en lugar de nadar hacia la rompiente, lo hizo mar adentro. "Una cosa que hizo bien el chavalillo fue que cuando nos arrastra la corriente y no vamos a poder salir, nadar mar adentro y hacer señales, va a ser mucho peor que el mar nos arrastre y que nos golpee", comenta.

Ampliar

Pero como prevención pide "utilizar la lógica". "Con avisos tan serios no nos deberíamos acercar, intentar protegernos y no llegar a eso, cuando van a pescar piensan que el agua no puede llegar a donde siempre se ponen y llegan", relata Pérez. Explica que cuando el bañista intenta "salir por sus medios" reciben "un golpe y termina siendo bastante peor". "Hay que tener en cuenta que en las zonas de rompiente los procedimientos son más complicados, al rescatador lo estamos poniendo en un peligro grande, es nuestro trabajo, estamos para las personas, pero debemos minimizar los riesgos, si nos lesionamos en cada rescate no puede ser", culmina.