Canarias estudia declarar la emergencia hídrica en todo el Archipiélago

Santa Cruz de Tenerife

El Gobierno de Canarias estudia declarar la emergencia hídrica de forma generalizada en todo el Archipiélago. Así se lo han solicitado los cabildos y ayuntamientos al ejecutivo regional debido a la sequía y los problemas existentes en las redes de abastecimiento. Y es que el déficit de agua acumulada en lo que va de año es del 82% en las islas, así se puso de relieve durante la celebración de la primera Mesa del Agua que tuvo lugar este lunes entre consistorios, corporaciones insulares y autoridades regionales.

"Sabemos que las realidades son distintas. No es similar la situación en la que puede estar ahora Lanzarote, que es una de las islas que más problemas puede tener de cara al verano, respecto a otras que están en una mejor situación", así lo ha explicado el consejero de Política Territorial del ejecutivo autonómico, Manuel Miranda, en Radio Club Tenerife. De momento, tanto Fuerteventura como Tenerife mantienen activas sus declaraciones de emergencia hídrica. También las declararon en el año 2022 los cabildos de El Hierro y La Gomera. Ahora, el Gobierno regional analizará de qué figuras jurídicas puede servirse para adoptar medidas que simplifiquen los trámites de las infraestructuras hidráulicas.

La sequía y los problemas de abastecimiento impactan directamente sobre el campo canario, que necesita ahora mucha más agua para mantener los cultivos. También tiene consecuencias ya en la población. Municipios como Alajeró (La Gomera) o Fasnia y Arico (Tenerife) ya han comenzado a adoptar medidas restrictivas respecto al riego o al uso de las duchas de la playa o al lavado de coches y fachadas. Miranda descarta, de momento, adoptar prohibiciones similares a nivel regional porque "todavía no se dan las condiciones para ir a una cuestión extrema respecto al consumo de agua de abasto".

Canarias pide un nuevo convenio de obras hidráulicas

El Gobierno de Canarias mira al Estado para hacer frente a la crisis hídrica. Tanto Miranda como el presidente autonómico, Fernando Clavijo, han insistido en que es necesario que el ejecutivo de Sánchez permita flexibilizar la regla de gasto para que así las islas puedan usar los 280 millones de euros de superávit que se encuentran ahora en los bancos. El consejero regional también alude a la necesaria firma de un nuevo convenio de obras hidráulicas (el anterior, de 2018, comprometía más de 900 millones de euros).

Respecto a las obras prioritarias, Miranda apunta a infraestructuras relacionadas con todo el ciclo integral del agua: "No solamente la producción a través de desaladoras, que es quizá ahora lo más perentorio; sino que Canarias tiene un problema muy serio en cuestiones de saneamiento, de depuración y de regeneración".

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La planificación en los últimos años, "un error"

Por Radio Club Tenerife también ha pasado Carlos Soler, experto en agua y responsable de la redacción de los planes hidrológicos de La Palma, La Gomera y El Hierro. El que fuera jefe de Obras y Proyectos y Jefe de Planificación, Estudios e Hidrología de la Dirección General de Aguas de Canarias durante décadas ha dejado claro que la sequía no es la "culpable" de la situación de emergencia del Archipiélago sino "el detonante" que "ha dejado en evidencia una infraestructura con problemas desde hace más de 20 o 25 años".

Soler explica el Archipiélago padece cada década "al menos un periodo de sequía", por lo que cree que cuando se planifica una infraestructura "se tiene que tener en cuenta que debe superar" estos episodios: "Planificar para eso es lo que no se ha hecho".

El experto también ha aludido al potencial del agua subterránea, con una dependencia de las islas que cifra en un 70% pese a que "es la gran olvidada y es a la que debemos el agua que sale en Canarias". A su juicio, la política hidráulica de los últimos 25 años se ha basado en que "cualquier problema se soluciona metiendo una desaladora, y para la agricultura reutilizando". Así, ejemplifica que "la última galería que se empezó a perforar en Tenerife como nueva fue en 1984. Todo esto también fue consecuencia de una Ley de Aguas que provocó el pánico. La planificación ha sido un error sobre todo en Tenerife".