Siete días en vilo llevan la familia y los allegados de Yassine y Alejandro. Desde el viernes 8 de marzo no se sabe nada de estos dos jóvenes que acudieron a la zona de La Hondura, en la bahía de El Confital (Las Palmas de Gran Canaria), a pescar en pleno temporal marítimo. Las horas y los días pasan sin que se tenga ni una pista de los dos chicos que, se cree, cayeron al mar. Las alarmas saltaron hace una semana cuando Yassine y Alejandro no acudieron al punto de Las Coloradas en el que el padre de uno de ellos había quedado para recogerles. Al encontrar algunos de sus enseres al borde mar, todo hizo pensar que una ola les había arrastrado océano adentro. Pero son hipótesis porque no hay testigos, nadie los vio. Ni por tierra, ni por mar, ni por aire. No hay rastro de los dos menores de 16 y 17 años, pero sus familias no pierden la esperanza y no abandonan el lugar donde se ha desplegado el dispositivo de búsqueda que, previsiblemente, culminará este viernes. Los efectivos, que trabajan en los rastreos, hallaron pertenencias de los dos en una zona rocosa de difícil acceso y muy peligrosa. Se trata de una explanada entre La Hondura y el Roque Ceniciento y, a unos 25 metros de profundidad, está repleta de unas cuevas que los buzos llevan explorando desde hace dos días, cuando el estado del mar mejoró. No solo trabajan en este dispositivo los submarinistas de la Guardia Civil, también Salvamento Marítimo, el Servicio Aéreo de Rescate SAR del Ejército, la Policía Local de Las Palmas de Gran Canaria, helicópteros del Gobierno de Canarias (GES), bomberos de la ciudad, drones, Cruz Roja,...Un sinfín de recursos humanos y materiales se han movilizado para intentar localizarles. Las horas son agónicas para sus familias, que permanecen cerca del Faro de La Isleta para seguir con detalle todo lo que pueda ser una pista sobre el paradero de los chicos. El abuelo de Alejandro, Pedro, se ha trasladó desde Algeciras (Andalucía) en cuanto supo de la desaparición de su nieto, un joven que «sí tenía conocimientos de pesca», según ha contado a SER Las Palmas. Tanto él como la hermana de Yassine, Hasna, y que también ha volado desde Alemania al conocer la noticia, «no pierden la esperanza de encontrarles», aunque van reduciéndose. «Estamos fuertes, pero necesitamos que se sepa algo pronto», indica la joven. La solidaridad de los vecinos está siendo clave. Hasta la zona van cada día cargados de café y alimentos para hacer más llevaderas a las familias las horas de incertidumbre. Todos están consternados por la desaparición de estos jóvenes, que compartían también la pasión por el fútbol. Alejandro lo practicó durante años, pero Yassine jugaba actualmente en el C.F. Unión Viera. Su director técnico, Paco Pepe, ha resaltado en Hoy por Hoy El Drago que era de los mejores jugadores del equipo y de los máximo goleadores. La voz se le quiebra al recordar que se enteraron cuando el menor no fue el sábado a entrenar. Asegura que el club está destrozado por la desaparición «de este niño de barrio, que era una maravilla».