Canarias revisa "producto a producto" la cesta de la compra para intentar aliviar la presión de las familias

Santa Cruz de Tenerife

El Gobierno de Canarias estudia los productos más consumidos por las familias vulnerables del Archipiélago en busca un tratamiento particular para cada uno de ellos y así poder aliviar la cesta de la compra. En Radio Club Tenerife, el vicepresidente y consejero de Economía ha apuntado a productos sujetos al AIEM (Arbitrio sobre las Importaciones y Entrega de Mercancías en Canarias) o al IGIC (Impuesto General Indirecto Canario). Manuel Domínguez ha reconocido, no obstante, que rebajar la presión que sufren las familias cada vez que van al supermercado es "una tarea compleja" ante "la situación geopolítica que nos estamos encontrando", con la crisis del Mar Rojo, el conflicto en Oriente Medio o la guerra de Ucrania.

Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), el Índice de Precios de Consumo de los alimentos y las bebidas no alcohólicas ha subido en Canarias más que en ninguna otra comunidad autónoma en el último año. En febrero, en su variación anual, el ÍPC de este grupo aumentó un 6,3%. La cesta de la compra se encarece en las islas por encima de la media nacional (5,3%).

Los aceites se encarecen un 37% en un año

Por productos, los que registran mayores incrementos son los aceites y las grasas (37,1%), la carne de ovino (18%), las papas y sus preparados (17,3%), las frutas frescas (11,9%) y la carne de porcino (11,7%). Solo dos productos se han visto rebajados en este tiempo: los cereales y sus derivados (-0,3%) y la leche (-0,2%). El número de personas que no podían comer carne, pollo o pescado al menos cada dos días en Canarias ascendió hasta el 12,3% de la población en el año 2023 según el INE. Esto es un 0,7% más en términos interanuales.

Para el secretario general de la Unión de Consumidores en Santa Cruz de Tenerife, las subidas de la cesta de la compra son las que más golpean a las economías familiares. "Se puede prescindir de otras cosas, se puede limitar el uso de otros productos, pero en la alimentación y en productos tan básicos es difícil", explica Raúl Alonso incidiendo en que si bien hay incrementos justificados por la subida de los costes, hay otros encarecimientos que no lo están. "El mercado alimentario es un mercado altísimamente especulativo. En muchas ocasiones el incremento de los precios no obedece exclusivamente a los factores coyunturales (...) sino a que se aprovecha para hacer caja".

Transparencia "absoluta" para el consumidor

El portavoz de los consumidores ve difícil poder limitar los precios debido a la economía del libre mercado pero apunta a algunas claves que ayudarían a las familias. Entre ellas, seguir desarrollando la legislación relacionada con el sistema de producción y alimentación. También, promover un reparto "más justo" de los beneficios dentro de toda la cadena, desde el campo hasta el supermercado, o aumentar la transparencia: "Que permita a los consumidores controlar y saber quién les está tangando (...) Hay una capacidad muy importante del consumidor, si se le dota de la información, para poder incidir en el mercado".

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