"No es por la lluvia, sino por la reducción de la demanda de agua": Las balsas de Tenerife han aumentado solo un 2% tras la DANA

Santa Cruz de Tenerife

La lluvia y nieve que ha traído la DANA durante el fin de semana han sido bienvenidas en Canarias. Después de varios meses con un clima atípico, temperaturas muy altas y escasez de lluvia, las precipitaciones "han dado un respiro" al Archipiélago, aunque los expertos y también los agricultores lo califican de "insuficiente". Son varias las islas que han declarado ya la emergencia hídrica tras registrar niveles insuficientes de agua y han empezado a adoptar medidas para evitar el despilfarro, fomentar un consumo responsable y garantizar que llegue agua de riego al campo.

Aunque es cierto que ha llovido mucho, no ha sido suficiente para recuperar los niveles de las balsas y embalses. Valentín González, consejero de Sector Primario del Cabildo de Tenerife, en una entrevista en Hoy por Hoy Tajaraste, ha señalado que ha sido "un cierto respiro para el campo, pero si hablamos de la capacidad de las balsas, es prácticamente nulo".

Tenerife cuenta con más de una veintena de embalses repartidos por toda la isla, con una capacidad de algo más de 20,5 millones de metros cúbicos. La lluvia de estos días ha supuesto 80.000 metros cúbicos, lo que significa que las balsas han crecido solamente un 2% en esta última semana. La capacidad total de los embalses actualmente es de una media del 45%.

Un 18% más de demanda de agua

Pero González hace un apunte importante: "Ese incremento se produce no tanto por la lluvia sino por la demanda." En estos días ha habido menos demanda. "Esos excedentes que apreciamos en las balsas son producidos porque se ha consumido menos agua", concluye el consejero de Sector Primario del Cabildo de Tenerife.

En esta situación de sequia extrema de larga duración donde se ha incrementado casi un grado más la temperatura del ambiente, el consumo de agua se ha disparado: "La demanda en 2023 ha sido un 18% superior que en el año 2022." Y las previsiones de cara a los próximos meses no apuntan a que la situación vaya a mejorar.

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Es por eso, que la declaración de emergencia hídrica incluyen, aparte de unos módulos de desalación, fomentar actuaciones en el campo y en el consumo humano. "Ser más eficientes a la hora de usar el recurso tan escaso como es el agua", apunta González.

El campo lo ha agradecido

Con todo y eso, el consejero reconoce que el campo, "sobre todo en la zona norte, ha recibido bastante agua, suponiendo un respiro importante para los agricultores, sobre todo después de este año tan complicado."

Estas lluvias que ha traído la DANA y las que prevé en los próximos días la AEMET, han sido positivas para muchos cultivos que ahora comienzan el periodo de siembra, como el millo. Otra de las consecuencias de las precipitaciones recientes es que las reservas se puedan incrementar, y tener una reserva, ya que no hay que acudir a las balsas para regar el campo.

El año pasado hubo problemas de abastecimientos importantes, tanto en el sur como en el norte de la isla. Pero, en palabras de la consejera “esa situación se fue resolviendo”. En el mes de noviembre se lanzó una obra de emergencia en el sur de la isla, concretamente en Arona, que es donde tienen los principales problemas, porque el verano pasado en el sur hubo que quitar mucha agua agrícola para colocarla en esa zona. Ahora mismo esa obra va bien y puede estar para verano.