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"Canarias vive un momento interestelar": el brillante análisis del experto Juan Palop sobre el 20A

El experto urbanista cree que es necesaria una "misión social" para recoger las demandas del 20A. "Esta nueva generación probablemente esté leyendo mejor el futuro de Canarias que cierta clase dirigente que se está pasada de vueltas", advierte el experto

El urbanista Juan Palop da en la clave sobre la manifestación del 20A

Javi Rodríguez

Canarias

El arquitecto y urbanista Juan Palop ha calificado en Hoy por Hoy Las Palmas el momento que vive Canarias como "interestelar", es decir, una situación histórica de viaje entre un lugar y otro. "Hay que celebrarlo, se puede estar de acuerdo o no con muchas cosas pero todos compartimos la preocupación, y toca ponerse. Esta es mi lectura personal de este asunto", explica Palop, que ha hecho públicas en varias ocasiones su análisis de las causas que han llevado a la convocatoria de ocho grandes manifestaciones este sábado bajo el lema "Canarias tiene un límite"

En opinión del experto, el modelo turístico de Canarias se ha desbordado y necesita reconsiderarse. "El turismo de Canarias se pensó hace cincuenta años como una actividad industrial y las zonas turísticas no son más que zonas industriales. Cambia pollos por turistas y te sale una zona turística", explica el urbanista. "Esas zonas estaban concentradas en un punto del territorio donde se realizaba esa actividad, pero los cambios culturales y tecnológicos han desbordado ese modelo, ya no tenemos zonas turísticas, sino islas turísticas. La isla es el destino: no la zona", añade.

Lo peligroso es intentar ver el final y no confiar en el proceso

Juan Palop cree que para materializar las demandas del 20A, los canarios deben tener una cultura de jardinero, confiando en el proceso. "Lo peligroso aquí es intentar ver el final, tenemos que empezar a tener una cultura de jardinero, confiar en el proceso que algo saldrá, en lugar de ir a comprar una planta de plástico al chino", explica. "Hay que cambiar la mentalidad, más allá de las acciones concretas. Vamos a sembrar las condiciones y algo saldrá, ese es el principio del camino", añade.

El brillante análisis del experto urbanista Juan Palop sobre el 20A

El éxito del momento que vive Canarias será saber leer las reclamaciones y poner en marcha una misión: lograr que el turismo empiece a ser una actividad regenerativa. Es decir, que la economía del turismo esté al servicio de la regeneración social y medioambiental de Canarias, y no al revés. Una misión que no será fácil, porque "todo es tremendamente delicado, uno empieza a hablar de todas las implicaciones que tiene y casi se asoma al precipicio", reconoce.

Ligar cada plaza turística a la capacidad para metabolizar sus necesidades

El arquitecto y urbanista explica que uno de los errores históricos de Canarias ha sido ligar los suelos turísticos a la dinámica jurídico-urbanística de los derechos adquiridos. "Tenemos que vincular cualquier aprobación de una cama a la necesidad de responder a la demanda de alojamiento de los empleados, de reciclado de agua, de producción de energía", explica Palop. "Vamos siempre a trompazos, y deberíamos entender esto: señores, no hay camas si no hay capacidad para gestionar su metabolismo de residuos, etcétera", añade. ¿Cómo? O bien desclasificando suelo o poniendo nuevas condiciones a las camas nuevas.

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Una ecotasa para el primer destino turístico de masas sostenible del mundo

El debate sobre la tasa turística, -o la ecotasa-, no es una cuestión de dinero. En su opinión, el problema de Canarias no se soluciona con doscientos o trescientos millones de euros al año. "Yo creería en una ecotasa si nos planteamos ser el primer destino turístico de masas realmente sostenible del mundo", explica. "En ese momento, la ecotasa tendría un valor simbólico para explicarle al turista que ha llegado a un lugar donde toda la sociedad, al completo, ha decidido ser un ejemplo y desarrollarse de una forma sostenible", añade. Esto todavía no se ha logrado, ni mucho menos.

Tras cincuenta años como un destino de éxito, tenemos una mala noticia. "No ha sido la isla la que ha tomado el liderazgo, la gente ha tenido que tomar las calles. Ojo a las nuevas generaciones, porque lo que para muchos son complementos, para ellos son algo fundamental", explica Palop. "Esta nueva generación probablemente esté leyendo mejor el futuro de Canarias que cierta clase dirigente que se está pasada de vueltas", advierte el experto. "Cuando crees que las cosas se regulan solas, se te pueden desbordar, y es lo que está pasando", añade

"Los jóvenes están leyendo mejor el futuro que las instituciones": el mensaje de Palop sobre el 20A

Una nueva gobernanza para una administración que no piensa estratégicamente

A pesar de las críticas a la situación, Palop confía mucho más en la innovación empresarial para abordar este asunto con un modelo claro, que en la capacidad de las administraciones. "La administración no está entrenada para adelantarse, para pensar estratégicamente. Está diseñada para reaccionar: sabe muy bien hacer moratorias y emergencias pero no sabe pensar estratégicamente", explica Palop. "Venimos de cincuenta años en los que otros nos han pensado mucho, ahora nos toca pensarnos a nosotros mismos. Si no lo hacemos, otros pensarán por nosotros", añade.

Canarias tiene una misión: poner toda su inteligencia a cumplir este objetivo

Palop pone el ejemplo de la llegada de EEUU a la luna. "Cuando EEUU decidió ir a la luna, todo el país puso a su tejido productivo y académico en esa misión, ir a la luna. Puso a toda la inteligencia a una misión común. Lo que nos está faltando es que todos compartamos una misión, un reto, y que todos desde su perspectiva contribuyan a conseguir ese fin", explica, incluyendo a los académicos, los agentes sociales, las instituciones, las empresas, los trabajadores y la sociedad civil. Es decir, construir un nuevo consenso social en camino al futuro de Canarias.

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En esto, la Administración tiene un papel fundamental porque es la única que puede coordinar esta gran misión. Hay que dotarla de recursos para este objetivo concreto con una gran ambición. "Se están dando las condiciones para que ocurra, pero no va a ser fácil. No estamos acostumbrados a este nivel de exigencia. Nos queda subir el Himalaya", añade Palop. "Hacer quinientos pollos con veinte sabores distintos es más complicado que a prender a abrir una ostra, es decir, el turismo de masas requiere un alto nivel de sofisticación y de gestión", concluye el experto.

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