Cucarachas, baños nauseabundos y pan duro: la acogida a los niños migrantes en Canarias llega al límite
Un extenso dossier con pruebas documentales y grabaciones demuestra el estado en que se encuentran las instalaciones de acogida para numerosos menores migrantes en Canarias. La documentación está en manos de Fiscalía
Canarias
La capacidad de acogida de menores migrantes en Canarias ha llegado a su límite y las condiciones en que son tutelados por el Gobierno rozan la vulneración de derechos fundamentales. Al menos así lo creen las dos letradas que han remitido a la sección de Extranjería de la Fiscalía General de Las Palmas y al Defensor del Pueblo un dossier que acredita las terribles condiciones en las que están siendo atendidos los menores migrantes en Canarias. Concretamente, en el centro "Casa del Mar", en Arrecife de Lanzarote, cuya gestión está encomendada a la Fundación SAMU. La denuncia contiene testificales, grabaciones de audio, escritos y fotografías en las que puede comprobarse el estado ruinoso de las instalaciones: baños inundados de aguas fecales, cocinas colonizadas por insectos, ropa sucia, cables pelados en las paredes, extintores inútiles amontonados en el suelo e incluso botiquines abiertos. Según las denunciantes, los botiquines contienen medicamentos que son usados como drogas por parte de algunos de los menores en combinación con alcohol y bebidas energéticas en busca de la evasión de una vida terrible.
Muchos de estos niños no están ni siquiera escolarizados. "Niños ociosos a los que no se ha escolarizado, no se vigila si los niños van a clase a pesar de que es una obligación de las instituciones integrarlos en la sociedad con el resto de niños", explica la letrada Irma Ferrer, una de las denunciantes ante Fiscalía. "La denuncia parte de los trabajadores de este centro, que están desesperados y asustados", añade Louela Mint, otra de las letradas que han elaborado el dossier. "Nos consta que se realizó una visita anunciada por Fiscalía y la dirección del centro ocultó mucha información. Se intentó edulcorar para evitar que se supiera lo que allí está ocurriendo", añade Mint. Situación que las letradas documentan en este extenso dossier al que ha tenido acceso la Cadena SER.
Baños nauseabundos y fregaderos colonizados por insectos
El Gobierno lleva años avisando de que una denuncia como esta se produciría tarde o temprano ante el desbordamiento de la situación. La conocida como "Casa del Mal" -un juego de palabras con la "Casa del Mar", su nombre original- es una antigua residencia para marineros en formación y sirve como ejemplo del estado de numerosas instalaciones como estas en el Archipiélago. Por primera vez, podemos ponemos imágenes a lo que está pasando en el interior de estos centros. Espacios muy sucios, descuidados, con pinturas escamadas, sofás viejos y rotos donde un desarrollo mínimamente digno para niños y adolescentes es imposible.
Las puertas se pueden abrir con llaves, pero a menudo se abren a golpes. En el office hay un fregadero colonizado por las hormigas, en la denuncia se incluyen también referencia a cucarachas. Los baños no cuentan con mantenimiento de limpieza y de hecho, puede verse en las imágenes el estado nauseabundo de esos baños. La lavadora está rota, por lo que algunos trabajadores han tenido que llevarse las sábanas a sus propias casas. "Las imágenes son dantescas, a mi me recuerdan personalmente a los campos de concentración y refugiados", llega a decir la letrada Irma Ferrer.
Niños sin identidad bautizados con números, denuncia Ferrer
El espacio tiene capacidad para unos treinta usuarios, y ha llegado a acoger al doble, sesenta. Los menores duermen en habitaciones con cristales rotos y reparados con cinta americana, persianas destrozadas o cables eléctricos sueltos. En uno de los vídeos puede verse como los menores tienen que hacer contacto entre dos cables pelados para encender la luz. "Se alegran de bautizar a los niños con números. Estamos hablando de menores, de niños que vienen huyendo de la guerra y del hambre", explica Irma Ferrer.
Hoy por Hoy Las Palmas (28/06/2024)
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La denuncia habla de la ausencia de cocina y de una comida muy pobre que acreditan con fotografías: salchichas, papas fritas grasientas y un yogur. También se adjuntan fotografías de los extintores amontonados en el suelo, o de un botiquín con benzodiacepinas abierto. "No estamos hablando de qué política de migración debe tener Canarias, sino del acogimiento humanitario a niños menores de edad que han llegado a Canarias huyendo del hambre, de la explotación y de la guerra", añade una de las dos letradas que han presentado la denuncia.
"Están comiendo pan, plátanos y manzanas. Pan duro fuera de los horarios y unas bandejas de plástico sin cubiertos o con cubiertos de plástico de los que compramos para el cumpleaños de un niño", explica Irma Ferrer. "Muchas veces sin cucharas ni cuchillos, acaban comiendo con la mano comida que no reúne las condiciones de una diete mínimamente sana. Un trato absolutamente inhumano", añade. "Si alimentamos a nuestros hijos con pizzas imagínate cómo alimentamos a estos niños que consideramos que nos invaden y que estamos en guerra con ellos", concluye.
Las letradas Irma Ferrer y Louela Mint escriben de su puño y letra en el escrito a Fiscalía: "se puede acceder con facilidad a medicamentos usados por algunos usuarios como drogas". Los testimonios alertan sobre la salud mental, sobre adicciones que no están siendo tratadas. Según el escrito, "hay consumo de medicamentos cómo Rivotril o Diazepam. Varios menores consumen estos ansiolíticos con bebidas energéticas y alcohólicas como mecanismo de evasión", explica el escrito presentado en la Fiscalía de Las Palmas.
Javi Rodríguez
(La Palma, 1991) Periodista vinculado a la Cadena SER en Canarias desde el año 2009, apasionado de los...