Nueva Canarias alarga el debate de su renovación hasta después del verano entre aplausos y caras largas
La dirección del partido y los alcaldes que reclaman un cambio se encuentran sin conclusiones definitivas
Las Palmas de Gran Canaria
"Recojan las fregonas; ya han visto que no hubo sangre". Así salía uno de los máximos dirigentes de Nueva Canarias de la reunión de su Ejecutiva Nacional que no podía evitar la sonrisa este sábado en Infecar. Ante la amplísima expectación mediática por las conclusiones de este encuentro, donde el bloque de alcaldes que cuestiona la dirección y el oficialismo pautado por Román Rodríguez como presidente y Carmelo Ramírez como secretario de Organización, las infladas conclusiones expresadas por el número uno de los canaristas tiraron por tierra cualquier anuncio del que trasluciera un debate profundo sobre el futuro del partido.
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Después de más de dos horas de retraso y con unas disculpas ante la prensa "porque también son trabajadores y es sábado", Román Rodríguez, con vaqueros, camisa blanca y americana impoluta, sorteó las preguntas de los periodistas escoltado por el actual presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, la consejera de Política Territorial del Cabildo, Inés Miranda, la exalcaldesa de Telde, Carmen Hernández, y decenas de representantes y miembros de la organización que formaron tres hasta tres filas protectoras para afrontar su primera comparecencia tras reconocer que "ha estado callado bastante tiempo".
Al líder de Nueva Canarias le ha bastado diecisiete minutos y veintiséis segundos para dejar claro que todo sigue igual. El enfado era evidente en las caras de Francisco García (alcalde de Santa Lucía de Tirajana) y de Teodoro Sosa (alcalde de Gáldar) que no quiso dar declaraciones tras el encuentro evitando a los periodistas para llegar al coche que lo conduciría hasta una romería en Gáldar. "Todo lo explicarán en la rueda de prensa", decían ambos a los periodistas; dentro, apelaron todos a la romería para justificar la ausencia de Sosa en abrazo colectivo a su líder. El único de los alcaldes díscolos que empuñan la bandera de la renovación y que se mostró en lo que en el partido denominaron la foto de la "unidad", fue Oscar Hernández: "No sé quién se va a presentar a las listas; vamos a seguir negociando y hablando y mantenemos nuestra propuesta dentro de la organización", dijo el alcalde de Agüimes.
Lo cierto es que un rato antes del inicio de la Ejecutiva Nacional, en torno a las diez de la mañana, los representantes disconformes con el rumbo marcado por la dirección actual se reunieron en una cafetería cercana a Infecar, en el barrio de La Feria, para consensuar posiciones. A pesar de que la amenaza de marcharse antes de tiempo era real, se ha entendido como una buena señal su permanencia hasta el final de la reunión que empezó con veinticinco minutos de retraso.
"Respeto la opinión de Teodoro Sosa", dijo Román Rodríguez, pero sus reclamaciones deben transmitirse a través de "los cauces y las mayorías", marcadas por el partido. El número uno del partido desde su nacimiento ha calificado el debate de "enriquecedor", aunque aclara que "no quiere decir que estemos de acuerdo en todo lo hablado" porque "nunca pasa en los partidos, las empresas y las familias". En lo que sí ha insistido Rodríguez es en la idea de que "no son un actor secundario de la política en Canarias" y señala a Coalición Canaria como un rival político con el que enfrentarse cara a cara.
Preguntado sobre su futuro en la organización política ha dejado claro que "es militante del partido" y, por lo tanto, se mantiene "a su servicio". Sin embargo, después de amagar con la finalización de la rueda de prensa hasta en dos ocasiones, el punto y final lo marcó entre el aplauso y las molestas carcajadas de los suyos al responder por su interés en seguir adelante en la presidencia del partido: "Yo me voy a Estados Unidos".