"Me quiero morir, mamá, ayúdame": una abogada alerta de desprotección a menores en los juzgados de Canarias

Apenas 3 y 7 años tienen los hijos de una tinerfeña que denuncia que su padre los somete a malos tratos e incluso agresiones sexuales. En la demanda que han presentado en los juzgados de La Laguna se incorporan informes de peritos médicos, forenses, psicológicos y hasta videos que reflejan el comportamiento ansioso de los niños que revela el rechazo que sienten a ver a su padre. Se trata de documentos en los que se detallan lesiones compatibles con golpes y agresiones sexuales. Los informes son contundentes y coinciden en desaconsejar que los niños se reúnan con el progenitor.

Uno de los psicólogos que ha tratado a los menores llega a indicar que la existencia de cualquier tipo de contacto del progenitor es "hoy por hoy todo un riesgo claro para los menores y no debería siquiera plantearse por su propia seguridad física y psicológica". Sin embargo, el juzgado tinerfeño que conoce el caso no los ha considerado suficientes como para suspender las visitas. Sara Rodríguez Riley, la abogada de la denunciante, ha indicado su intención de recurrir la denegación de las medidas cautelares.

Descartado el SAP

La situación que se refleja en los informes y videos que se han presentado ante la justicia incluye algunos aspectos desgarradores, como el intento del mayor de los niños de proteger a toda costa a su hermano pequeño ante la inminencia de una visita a su padre. El menor, según se relata en la denuncia, padece ataques de ansiedad, pesadillas y terrores nocturnos que hacen que llegue a despertarse gritando aterrorizado e incluso padezca vómitos causados por la angustia. Además, descartan que se trate de un síndrome de alienación parental. "No expresan motivos típicos de una mente que ha sido manipulada por un progenitor, acompañando su relato de una carga emocional que hace imposible encontrarnos ante un caso de SAP", indica el experto.

La letrada ha lamentado la situación de desprotección en la que se encuentran los menores y ha hecho hincapié en la dureza de algunas de las afirmaciones que ha hecho el mayor de los niños: "Me quiero morir, mamá, ayúdame". Rodríguez Riley destaca que ha solicitado del juzgado que designe a un psicólogo que pueda reconocer a los pequeños para valorarlos por sí mismo y determinar el nivel de veracidad de los hechos que relatan.

Situación en Canarias

Rodríguez Riley ha manifestado también su preocupación ante el hecho, que ha venido observando en su práctica profesional en el Archipiélago, de que sean particularmente frecuentes este tipo de situaciones en los juzgados canarios, ya que no las ha observado en tan alto porcentaje en otros puntos de la geografía nacional donde también ha ejercido como letrada.

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Para ella, es incongruente que a través de las campañas de organizaciones como Save the children se esfuercen en concienciar acerca de la importancia de denunciar para frenar la violencia contra los menores cuando, una vez que estas acciones se llevan a cabo, se encuentran con "la desprotección" por parte de la justicia.