María Juana Ontañón, la arquitecta pionera 'olvidada' en su Canarias natal, pero homenajeada en Madrid
Quien fuera la cuarta mujer en obtener la titulación de arquitectura de España, nació en 1920 en San Cristóbal de La Laguna y estuvo detrás de la construcción de barrios madrileños como Carabanchel
María Juana Ontañón, la arquitecta pionera 'olvidada' en su Canarias natal, pero homenajeada en Madrid
San Cristóbal de La Laguna
San Cristóbal de La Laguna es el ejemplo de la exquisitez urbanística que comenzó a desarrollarse a principios del siglo XVI. En tiempos de los Reyes Católicos, emergió de una laguna insalubre la primera ciudad de paz. No contaba con murallas de defensa y creció, ordenadamente, en torno a la Iglesia de la Concepción. Una ciudad concebida para el hombre a quien le dio forma definitiva, en 1588, el ingeniero italiano Leonardo Torriani. Aquellas calles adoquinadas perpendiculares, fueron copiadas en las colonias de España en el nuevo continente. Este año, precisamente, se cumple un cuarto de siglo desde la declaración Patrimonio de la Humanidad. Y paradoja servida. La ciudad que vio nacer María Juana Ontañón, a la cuarta mujer que se tituló en arquitectura en España, no la recuerda, pero sí Madrid.
Este mes de noviembre, el Ayuntamiento de Madrid ha decidido nombrar una de las plazas ubicadas en pleno barrio de Chamberí con el nombre de la arquitecta lagunera. Concretamente, al espacio entre el paseo de San Francisco de Sales y la calle Andrés Mellado. Una propuesta que se materializará después de que fuera aprobada el pasado mes de abril durante un pleno. De esta forma, señala el consistorio, se pone de valor el papel de una mujer que "colaboró en el Plan General de Ordenación Urbana de Madrid". Y es Elisa Izquierdo, investigadora en el departamento de Historia del Arte del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) quien más sabe sobre la pionera canaria.
"Llegué a Ontañón por casualidad", explica Izquierdo en la antena de Radio Club Tenerife. La arquitecta lagunera apareció, como una serendipia, durante uno de los trabajos que realizaba en la universidad. "Soy de Asturias y estudiando sobre la Universidad Laboral de Gijón vi el nombre de los arquitectos que trabajaron en ese proyecto durante la primera etapa del franquismo, me sorprendió ver el nombre de una mujer", recuerda. Aquella fue una de las mayores obras acometidas durante la dictadura. Fue cuando la entonces estudiante se trasladó a Madrid cuando decidió "tirar del hilo". "Solo sabía que Ontañón había vivido en la capital, nada de que había nacido en Tenerife", precisa.
María Juana Ontañón nació el 4 de diciembre de 1920- precisamente el día en que su La Laguna natal conmemora el aniversario de la declaración de Patrimonio de la Humanidad-. Fue un capricho del destino, pues no tenía ascendencia tinerfeña. "Nació allí porque sus padres estaban trabajando allí, su madre era de Huesca y su padre de Burgos, llegaron porque a su madre la nombraron profesora de la Escuela Normal de La Laguna, y allí vivió algunos años". A lo largo de estos años de investigación para su Trabajo de Fin de Máster, y próxima tesis sobre las pioneras de la arquitectura en España, ha podido recoger testimonios de familiares, especialmente, de una de sus hermanas y sus hijos.
¿Por qué fue relevante?
"La familia me contó que la etapa en La Laguna fueron unos años muy felices y tranquilos, además los disfrutaron muchísimo, se hubieran quedado en la isla, lo sé de buena mano, pero estaban lejos de la familia y tenían interés por reunirse con sus abuelos", relata. Fue por ese motivo por el que decidieron, sobre el año 1927, regresar a la península. Aunque el apellido- si bien es cierto que no en forma de homenaje- sigue circulando por las calles de la isla. "Algunos descendientes siguen por allí, hermanos y sobrinos-nietos", precisa la investigadora del CSIC. Pero, ¿por qué fue relevante María Juana Ontañón? ¿Y debía merecer una ubicación en el callejero de Madrid con su nombre?
La pirámide del fin del mundo
A ambas cuestiones contesta Elisa Izquierdo con una serie de datos. "No solo fue la cuarta arquitecta en España, fue la única que trabajó entre la década de los años 40 y 50 y durante muchos años fue la única estudiante en la Escuela, ya que sus tres antecesoras estudiaron antes de la Guerra Civil", comenta. Su vocación no quedó solo en el aula, ya que tras acabar la carrera, se colegió y comenzó a trabajar, "algo inusual" en aquella etapa franquista en la que el papel de la mujer se limitaba al hogar y a defender los valores de la familia tradicionalista. De hecho, Ontañón, junto a su marido Manuel López Mateos, fundó un estudio de arquitectura en el que trabajaron unidos durante toda su carrera. Una relación- debidamente cimentada- en los que ninguno se imponía al otro.
¿En qué proyectos trabajó?
"Siempre firmaban ambos los proyectos y el reparto de honorarios era igual o equitativo", puntualiza Izquierdo. Aunque sobre la figura de la canaria queda aún por descubrir aspectos biográficos, ya que es complejo bucear en la documentación. Sobre si su nombre podría estar oculto tras el de su marido, a fin de saltarse los impedimentos sociales de entonces, podría ser una posibilidad. "Si hubo ocultación sería por parte de otras personas, es verdad que otras arquitectas me han contado experiencias negativas, por ejemplo, en la Escuela de Arquitectura no había baño de mujeres, para ellas tuvieron que habilitar uno propio, también había más paternalismo, decía que si revolucionaban el aula porque eran muy coquetas... la obra es dura, que te tomen en serio era complicado", señala.
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Sobre sus proyectos, reconoce Izquierdo que aún queda mucho por investigar, aunque puede apuntar con claridad algunos de ellos. "Tuvo un papel fundamental en el desarrollo de la ciudad porque muchos arquitectos mal llamados de segunda fila se dedicaron a construir muchos barrios, en su caso Carabanchel, en aquel momento había un aumento demográfico y necesitaban construir vivienda, estas personas también fueron importantes", precisa. Sobre el motivo por el que el Ayuntamiento de Madrid bautiza la plaza con su nombre, por "participar en el Plan General de Urbanismo", la asturiana señala que aún no es una certeza. "Hay alguna cosa que necesitan revisarse, esa información pasa de una mano a otras y eso de hizo colegios como que no, hizo, sobre todo, vivienda social", añade.
"Debemos conseguir una calle con su nombre en La Laguna"
Lo que sí queda claro es que Izquierdo tiene en su posesión alrededor de 200 ubicaciones en los que está la firma de la canaria. Aún por añadir si, efectivamente, participó en la construcción de San Sebastián, en País Vasco. "No estoy convencida de lo de Donosti, necesito fuentes como ustedes, no he accedido, puede ser que sí o que no", comenta entre risas. Por último, se muestra esperanzada para conseguir un reconocimiento de María Juana Ontañón en su La Laguna natal. "Podemos conseguir una calle en La Laguna, debemos, yo les ayudo, necesita ese reconocimiento de donde nació y se crió, es fundamental porque imprime carácter, estoy a su disposición", culmina.
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