La última pirueta de Garrido: visita al equipo en Córdoba y decide no acudir al partido

Santa Cruz de Tenerife

Cuando parece que el cupo de surrealismo y vergüenza está ya cubierto en el CD Tenerife, va su máximo accionista y lo supera en una nueva pirueta circense. La de este último fin de semana en Córdoba fue absolutamente inesperada. El inversor madrileño decidió desplazarse hasta la ciudad de la Mezquita -se supone que desde Londres, donde tiene su residencia fiscal- y se reunió en el hotel con los jugadores. La charla dejó perplejo al equipo y hubo momentos subidos de tono. Mientras Garrido hablaba, crecía el grado de perplejidad en el grupo, como ya ocurrió la vez anterior en Cádiz.

En la Tacita de Plata, el soliloquio tuvo lugar también en el hotel de concentración del equipo blanquiazul, con el agravante de que se produjo solo unas horas después del amargo desenlace de un partido donde el Tenerife desperdició una renta de dos goles. Los jugadores mostraron cierto estupor y apatía ante el discurso de Garrido, que lo detectó y optó por acortarlo y callarse.

En Córdoba, la conversación sirvió para ratificar ante el plantel a Pepe Mel, quien estuvo presente en el segundo tramo de la conversación. Lo más llamativo es que Garrido, una vez ya había sido descubierto por los periodistas desplazados y por los seguidores alojados en su mismo hotel (el AC de Córdoba), decidió no ir al partido y así se lo comunicó al responsable de seguridad del club representativo.

Empleados y jugadores no daban crédito al enterarse de este último gesto de Garrido, que se resiste a vender su paquete accionarial a Rayco García, único candidato dispuesto a comprárselo. En cuanto a Mel, el técnico está seriamente cuestionado. Pese al anuncio realizado por el inversor ante los jugadores, un nuevo revés podría cerrar anticipadamente el ciclo del madrileño solo unas semanas después de ser renovado. En otra pirueta del accionista de Londres.