Greenpeace advierte que la planta de gas en el puerto es un paso atrás en la transición ecológica
La organización ecologista argumenta que el proyecto de Totisa Holding el Puerto de la Luz supondría “emisiones directas de metano con el mismo impacto climático que el petróleo y el carbón”

Entrevista a Farncisco del Pozo, de Greenpeace, por la planta de gas en el puerto de las palmas
08:28
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Las Palmas de Gran Canaria
La organización Greenpeace atraca estos días su famoso barco Arctic Sunrise en el Puerto de La Luz, para mostrar el rechazo de la organización ecologista a la futura planta de gas de Totisa Holdings. Las Palmas de Gran Canaria ha sido elegida como punto de partida para una campaña europea contra la implantación de gas en distintas ciudades del continente. Los ecologistas apoyan a la plataforma insular que se opone contra el proyecto impulsado por Totisa, ya que, según Francisco del Pozo, coordinador de la campaña contra los combustibles fósiles de Greenpeace en España, “no es el camino para una transición energética justa para las islas”. Una planta de gas “es combustible fósil, con emisiones de efecto invernadero y de metano que genera un alto impacto en nuestro clima, sería un paso atrás de décadas”, han explicado en Hoy por Hoy El Drago. Por ello, han escogido el lema 'Canarias: el gas no es el camino' que luce en una pancarta sobre su casco verde con un arcoíris.

La organización Greenpeace atraca estos días su famoso barco Arctic Sunrise en el Puerto de La Luz

La organización Greenpeace atraca estos días su famoso barco Arctic Sunrise en el Puerto de La Luz
El histórico rompehielos de Greenpeace, que se encuentra ahora mismo atracado en el Muelle de Las Palmas, realizará un viaje por nueve países como Portugal, el norte de la Península, Francia, Bélgica, Alemania, Italia, Grecia y Rumanía para lanzar ese mensaje de oposición al gas. Advierten que no es el futuro de la energía y que el proyecto de Totisa de 70 megavatios de producción eléctrica, con una inversión que ronda los 39 millones de euros, nos “preocupa que el Gobierno de Canarias se meta en una inversión ruinosa para el medioambiente y económica, ya que acabaría es una infraestructura abandonada. El potencial de las islas en renovables es abrumador y el gas no es necesario”.
Ahora mismo el proyecto está en manos del Gobierno de Canarias con la realización del impacto ambiental que verá la luz en pocas semanas. Previamente, la Dirección General de Salud Pública ha emitido cuatro informes desfavorables destacando el impacto en el ya contaminado puerto/centro de la ciudad y alertando de que es erróneo considerar que el régimen de vientos enviará los contaminantes generados al mar. Por su parte, el Consejo Insular de la Energía del Cabildo de Gran Canaria ha emitido otros tres informes desfavorables, por ser proyectos contrarios a la transición energética. “La contaminación local de partículas contamina al centro y el puerto de la ciudad, afectando también al clima de forma general, como hemos visto en la Dana de Valencia y los incendios en Los Ángeles”.

Once años de la lucha contra Repsol en Canarias
En 2014 fue uno de los protagonistas destacados en su lucha contra los planes de Repsol de las prospecciones petrolíferas que se proyectaban en las islas. El buque llegó a ser retenido en el puerto de Lanzarote días después de que dos activistas que iban en el buque sufrieran heridas en un intento de abordar desde unas lanchas al 'Rowam Renaissance', el buque de las prospecciones de Repsol.
Historia del Arctic Sunrise
La historia de este buque se remonta al año 1995, ya que antes de que Greenpeace adquiriera el Arctic Sunrise era, curiosamente, un pesquero de focas. La organización, de hecho, incluso había realizado una acción contra él en la Antártida mientras entregaba al gobierno francés equipamiento para construir una pista de aterrizaje a través de una zona poblada por pingüinos.
A pesar de ello, Greenpeace compró el Arctic Sunrise en 1995 usando como pantalla una compañía llamada Arctic Sunrise Ventures Ltd., puesto que, de otro modo, los anteriores dueños noruegos jamás hubiesen vendido la nave. Donde antes se almacenaban focas muertas, ahora hay un gimnasio y el 'cuartel general' de los activistas. Equipado con cuatro lanchas motoras de alta cilindrada, el barco cuenta además con su propio helipuerto. Tras su botadura en junio de 1996, inició una campaña recorriendo instalaciones petrolíferas en el Mar del Norte, y ahora está en Canarias, de nuevo, para manifestarse contra el proyecto de Totisa hasta el mes de febrero. Este viernes, a las seis de la tarde habrá una mesa redonda con plataformas sociales en el Colegio Oficial de Médicos de Las Palmas y el sábado podrá ser visitado por la ciudadanía de cuatro a ocho de la tarde.
