El peligro de la filoxera: el insecto que amenaza el vino en Canarias desata prohibiciones y protestas

Santa Cruz de Tenerife

El Boletín Oficial de Canarias (BOC) recoge hoy las medidas generales tomadas por el Consejo de Gobierno para combatir el brote de filoxera detectado en Tenerife. La más contestada es la prohibición de movimientos. El decreto impide mover material vegetal de vid (plantas, estaquillas, sarmientos, esquejes, patrones), con o sin raíz, entre islas y entre zonas de una misma isla mientras dure el brote; pero también enseres, maquinaria, cajas y suelo de viñedo, uva fresca entre islas, especialmente desde y hacia Tenerife. Hay una excepción autorizada: el movimiento de uva fresca entre islas (excepto Tenerife) bajo autorización expresa de la Dirección General de Agricultura, que ha hecho pública una guía de movimiento y un acta de inspección que será obligatoria.

Afectación al enoturismo y a los utensilios de trabajo

La uva fresca solo podrá moverse en vehículos cerrados o protegidos con malla antithrips. La limpieza de vehículos, cajas y utensilios entre parcelas será obligatoria y habrá control de acceso, zonas restringidas y desinfección obligatoria en la actividad del enoturismo, junto a un registro de visitantes. Además, el decreto también obliga a la formación del personal en sesiones informativas. El decreto prevé sanciones para quienes incumplan estas medidas.

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El tratamientos previsto para parar la filoxera será con insecticidas de choque en plantas afectadas y colindantes, así como la destrucción “in situ” de material vegetal infestado (quema o enterramiento profundo), eliminando el sistema radicular y colocando mallas antihierba. Los ayuntamientos deben consultar antes de otorgar licencias de movimiento de tierras y los cabildos deben regular la caza para evitar dispersión por cazadores y perros. Son tan solo algunas de las medidas recogidas en el decreto.

Los viticultores hablan de medidas exageradas

La Asociación de Viticultores y Bodegueros de Canarias (AVIBO) manifiesta su profunda preocupación por la gestión que la Administración está llevando a cabo tras la detección de la plaga de filoxera en Tenerife. Hablan de una "alarma generada entre los viticultores por la desproporción de las medidas anunciadas", AVIBO trasladó nuevamente por escrito su posición. En su opinión, la exigencia de un informe técnico para todas las vendimias destinadas a bodegas ubicadas fuera de las comarcas tradicionales resulta inviable desde el punto de vista operativo: supondría inspeccionar más de 1.000 parcelas en pleno periodo de vendimia, sin contar con los recursos humanos necesarios para hacerlo. Una medida de este alcance, lejos de aportar soluciones, podría terminar colapsando la campaña en curso.

Una respuesta incoherente a un problema localizado

Los datos oficiales reflejan que, hasta la fecha, se han detectado únicamente 30 cepas infectadas en un radio muy reducido, gran parte de ellas en una finca de titularidad del propio Gobierno. Frente a ello, en Tenerife existen más de 3.000 hectáreas de viñedo y más de 10 millones de cepas. La dimensión real del problema justificaría la delimitación y el control estricto de la zona afectada, así como una vigilancia reforzada en el resto de la isla. "En ningún caso se sostienen restricciones indiscriminadas entre comarcas donde no hay presencia de filoxera, ni mucho menos medidas de imposible ejecución", zanjan en un comunicado.

Qué es exactamente la filoxera y por qué es un peligro

En juli de 2025, los Servicios Oficiales de Sanidad Vegetal del Gobierno de Canarias constataron la presencia de un brote localizado de Daktulosphaira vitifoliae Fitch (Filoxera de la Vid) en un parral de un jardín y en terrenos próximos semiabandonados, en la comarca de Acentejo, en la isla de Tenerife. La situación se encuentra bajo seguimiento técnico y las actuaciones realizadas (prospecciones) han permitido delimitar el área inicialmente afectada.

La filoxera es un insecto (pulgón) que se desarrolla sobre las raíces (radicícola) y hojas (gallícola) de la vid. El daño lo realiza principalmente la forma radicícola, que, al picar sobre las raíces en su proceso de alimentación, crea con el paso del tiempo una hipertrofia de las mismas convirtiéndose en nódulos sobre las raicillas o tuberosidades sobre la raíces lignificadas que terminan provocando la muerte del sistema radicular y, por lo tanto, de la planta. Su capacidad de dispersión es elevada, tanto de forma natural como a través de la intervención humana, mediante el movimiento de material vegetal, frutos frescos, equipos, maquinaria, vehículos, entre otros.