Valleseco, "en un infierno" por un vecino conflictivo

Gran Canaria

El miedo y la incertidumbre se ha instalado en Valsendero, un barrio de Valleseco, en Gran Canaria, donde siempre ha reinado la tranquilidad. Según el alcalde, José Luis Rodríguez, y algunos de residentes, ahora mismo la "tensión es constante por los actos violentos y vandálicos de un vecino conflictivo".

Los hechos denunciados son graves y continuados: pinchazos de neumáticos, pintadas en viviendas particulares y edificios municipales, lanzamiento de objetos contra casas, agresiones y amenazas a vecinos. De especial alarma fueron los incendios intencionados de contenedores de basura en jornadas de máxima alerta contraincendios, que pusieron en serio riesgo tanto a las viviendas como al entorno forestal. Asimismo, la cantina, único centro de reunión social, y la sede de la asociación de vecinos han sido atacadas con pintadas, roturas y vertidos de aceite que obligaron a la intervención de Protección Civil.

En declaraciones a la Cadena SER, el primer edil señala que se trata de un vecino "con problemas de drogadicción, que ha estado en la cárcel y que, previsiblemente, presenta problemas de esquizofrenia. Además, ha tenido problemas en otros barrios y con otras vecindades".

Rodríguez se muestra preocupado porque estas tensiones "sobrepasen los límites de la convivencia". Y es que, tal y como alerta, esta situación ha alterado la cotidianidad del barrio. "Hay vecinas que ya no quieren salir solas porque tienen miedo. También hay personas mayores con ansiedad y que han dejado de salir de casa".

Algunos residentes denuncian que este vecino, sin razón alguna, les llega a escupir cuando pasan por su lado, incluso el alcalde y varios concejales han sido increpados públicamente mientras intentaban dialogar y razonar con él. La tensión es tal que, en palabras de Rodríguez, hay incluso vecinos que "están pensando en irse del barrio”. Desde el consistorio afirman que este año, y también apoderados por la precaución, los jóvenes decidieron suspender una tradición de generaciones: subir caminando en la víspera de San Bartolomé hasta Fontanales. Lo hicieron por miedo a dejar solas a las personas mayores o a que se aprovecharan de su ausencia para cometer más actos delictivos en el barrio.

Actualmente, se acumulan casi una veintena de denuncias formales, presentadas tanto por la Administración como por particulares. Rodríguez señala que el Ayuntamiento de Valleseco ha solicitado a la autoridad judicial la adopción de medidas urgentes, entre ellas la prohibición de residencia o acercamiento al barrio, así como la valoración de un posible internamiento por motivos de salud mental, para proteger tanto al vecindario como a la propia persona causante de los hechos.

"La situación es muy delicada por el miedo que está provocando entre los vecinos y, aunque el Estado somos todos, la Justicia no está haciendo nada y no abre los ojos para buscar una solución que evite que algún vecino pueda perder los nervios y todo se complique aún más", denuncia.