Canarias afronta un inicio de curso con plazas para las residencias universitarias insuficientes

Santa Cruz de Tenerife

Con la llegada de septiembre, las universidades de Canarias se preparan para un nuevo curso lleno de retos y oportunidades. Uno de los problemas más acuciantes es la escasez de plazas en las residencias públicas, un tema que afecta de manera directa a estudiantes que buscan mudarse cerca del campus, y sobre todo aquellos que buscan una opción económicamente viable ante la subida del precio del alquiler por habitación que, en algunos casos, ya comienza a superar los 600 euros.

"Hemos pasado de 800 a 100 plazas en tan solo cuatro años"

María del Rosario Hernández, vicedecana de estudiantes de la Universidad de La Laguna, explica que la oferta actual de 534 plazas contrasta con casi 1.400 solicitudes, lo que evidencia un desequilibrio que se ha ido acentuando en los últimos años.

La vicedecana señala que la demanda ha aumentado de manera sostenida: 800 solicitudes en 2021, 1.000 en 2022 y 1.200 el año pasado. Hernández indica que se han mantenido conversaciones con promotores y hasta con el Obispado para crear nuevas residencias universitarias, incluyendo plazas para estudiantes de doctorado e investigadores.

En la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, el inicio de curso también plantea desafíos. David Rodríguez, vicerrector de estudiantes, explica que la universidad ofrece 460 plazas, mientras que este año se han recibido 979 solicitudes, más del doble de la capacidad. Las solicitudes se dividen entre residentes canarios (724), estudiantes de la península (199) y movilidad internacional (56).

"Hay estudiantes de Erasmus que se van al poco de venir por falta de vivienda"

Aunque no hay casos confirmados de residentes canarios que hayan abandonado la carrera por falta de alojamiento, Hernández advierte que sí afecta a estudiantes de movilidad nacional y Erasmus: "Hay estudiantes internacionales que vienen a cursar sus estudios y, por falta de vivienda, se tienen que volver".

Nuevos caminos para aumentar la capacidad de estudiantes

María del Rosario Hernández destaca que desde la institución se han habilitado todas las plazas disponibles, incluyendo algunas habitaciones que no estaban en condiciones óptimas. Además, se han visto obligados a cerrar un módulo de seis debido a obras de restauración, un proceso que requiere tiempo, pero que busca garantizar la habitabilidad y seguridad de los estudiantes.

Por su parte, David Rodríguez reconoce que muchos estudiantes deben buscar alquileres privados con esfuerzo familiar, y subraya que los cabildos ofrecen financiación para facilitar la estancia. Además, señala que aunque no se han aumentado plazas este año, ya se negocia con la Consejería de Educación para habilitar 100 nuevas plazas residenciales en el campus de Tafira.