Maite Corujo: "Más de 300 familias han solicitado ayudas escolares, pero menos de la mitad podrá acceder a ellas"

Arrecife

La concejala de Bienestar Social del Ayuntamiento de Arrecife, Maite Corujo, en una entrevista en Hoy por Hoy Lanzarote abordó la situación social actual del municipio, destacando la creciente demanda de ayudas sociales, la sobrecarga de los servicios y los nuevos proyectos impulsados desde su área.

Uno de los temas centrales fue la ayuda al material escolar, una prestación históricamente restringida por una ordenanza que limitaba el acceso a muchas familias debido a los bajos umbrales de renta exigidos.

“Ampliamos la baremación y cambiamos la ordenanza para que pudieran acceder más familias”, explicó Corujo. El plazo de solicitud se cerró el pasado 2 de septiembre, y aunque aún se están tramitando las peticiones, la edil confirmó que “más de 300 familias han presentado solicitud”. Sin embargo, advirtió: “no todas recibirán la ayuda; ni siquiera la mitad. Nunca hemos repartido todo el dinero previsto por los límites legales que teníamos”.

La ayuda, de hasta 200 euros por familia, debe justificarse con facturas de compra de material escolar, uniformes o cualquier recurso vinculado al curso escolar. “Este año queremos ver si conseguimos distribuir la totalidad del fondo asignado y ajustar los presupuestos futuros a la realidad de la demanda”, indicó.

El área también ha reforzado la atención a los menores, con más de 200 familias atendidas actualmente, sin contar aquellas que están en seguimiento por otros servicios. Entre los proyectos nuevos, Corujo destacó las “tardes conciliadoras”, un programa con 60 plazas que permite a niños permanecer atendidos entre las 16:00 y las 20:00 horas mientras sus progenitores trabajan.

“El objetivo es prevenir el abandono escolar y facilitar la conciliación familiar. Detectamos muchos menores sin supervisión, sin apoyo en las tareas o pasando largas horas en la calle”, explicó.

Sobre el comedor social de Arrecife, la concejala subrayó que se reparten alrededor de 80 menús diarios, pero lamentó que el número de personas en situación de calle o infravivienda ha aumentado. “No hay plazas disponibles en los albergues. Siempre tengo que esperar una vacante para ofrecer alojamiento”, señaló.

Además de la alimentación, el servicio incluirá nuevas prestaciones: “hemos licitado mejoras que incorporan más personal, servicio de duchas, reparto a domicilio y perfiles técnicos como psicólogos”, detalló. También se realiza un seguimiento individualizado a cada usuario y se hacen “barridos de calle” para controlar su estado y necesidades, especialmente en situaciones climáticas extremas.

Uno de los programas más valorados, tanto por la concejala como por las familias, ha sido el campamento de verano gratuito, que este año ofreció 180 plazas para niños durante julio y agosto. “Es una ayuda real, inmediata. Sé lo que significa como madre tener a tus hijos bien cuidados mientras trabajas”, afirmó.

Corujo reconoció que la falta de vivienda asequible sigue siendo uno de los mayores problemas de la capital. “Hay jóvenes con nómina que no pueden pagar ni una habitación. La clase media se ha empobrecido”, dijo.

Otro obstáculo importante es la falta de personal en el área. Aunque se incorporaron nuevos trabajadores, “de cinco han renunciado tres, más una educadora familiar, por ofertas de empleo mejores”. Esta rotación constante impide estabilizar equipos y ralentiza la gestión de ayudas.

Entre los proyectos más esperados está la creación de un Centro de Respiro Familiar, pensado para apoyar a familias cuidadoras. Aunque no reveló su ubicación, Corujo confirmó que se está trabajando con un inmueble de titularidad pública para sortear los problemas de licitación anteriores.

También anunció nuevas líneas de trabajo en áreas poco desarrolladas hasta ahora en el municipio: drogodependencias y discapacidad. Se pondrán en marcha campañas de prevención en centros escolares y se reforzará la colaboración con asociaciones locales.