“No pedimos privilegios, pedimos justicia educativa”, estallan los padres de Lanzarote

Arrecife

Hay colegios con grietas, techos deteriorados y aulas en barracones alquilados con dinero público”. Así de contundente se muestra Gabriela Gallardo, la portavoz de la comisión NEAE de FAPA Lanzarote, a quien denuncia la situación “crítica y vergonzosa” de muchos centros escolares de la isla.

Las asociaciones de madres y padres (AMPAS) llevan años reclamando una respuesta institucional que no llega. Las asociaciones de madres y padres de alumnos (AMPAS) de Lanzarote llevan años alertando de la precaria situación de los centros escolares de la isla.

Grietas en las paredes, techos deteriorados, aulas improvisadas en barracones y obras que nunca comienzan son solo algunos de los ejemplos de un problema que, lejos de solucionarse, parece agravarse con el tiempo.

“Hay colegios con grietas, techos deteriorados y aulas en barracones alquilados con dinero público”, denuncia Gabriela Gallardo, la portavoz de la comisión NEAE de FAPA Lanzarote, quien lamenta que el sistema educativo insular “se sostenga sobre el abandono y la falta de voluntad política”.

Gallardo asegura que el 90% de los centros escolares de Lanzarote necesita algún tipo de actuación urgente, ya sea por parte de los ayuntamientos o de la Consejería de Educación.

Algunos, como el CEIP Los Geranios o el CEIP Costa Teguise, mantienen desde hace años a su alumnado en aulas prefabricadas, “una medida que debía ser temporal, pero que se ha vuelto permanente”. Otros, como el CEIP César Manrique o el colegio de Tahíche, presentan daños estructurales que incluso podrían poner en riesgo la seguridad del alumnado.

El mantenimiento de los centros de educación primaria depende directamente de los ayuntamientos, pero, según Gallardo, la falta de atención y la lentitud en la gestión hacen que pequeños desperfectos terminen convirtiéndose en grandes obras que luego debe asumir el Gobierno de Canarias. “Es un círculo de dejadez y descoordinación institucional que siempre acaba perjudicando a los niños”, lamenta.

La portavoz critica además la escasa implicación política en los consejos escolares, órganos donde deberían canalizarse las necesidades de cada centro. “Muchos concejales de educación ni siquiera asisten a las reuniones. En algunos municipios los consejos escolares municipales ni existen, y en otros, como en Teguise, se reúnen una vez al año. Así es imposible avanzar”, denuncia.

A la falta de infraestructuras se suma la escasez de personal especializado. Gallardo recuerda que, a estas alturas del curso, todavía faltan auxiliares de apoyo en varios colegios, pese a que su incorporación está aprobada por la Consejería. “Estamos hablando de niños y niñas con necesidades educativas especiales que no están recibiendo la atención que marca la ley. La LOMLOE dice que la educación debe adaptarse al alumno, no al criterio administrativo. Se están vulnerando derechos fundamentales”, advierte.

Otro de los casos más preocupantes, explica, es el del Centro de Educación en Línea, al que acuden estudiantes que no pueden asistir de forma presencial por motivos personales o de salud. “Ya llevamos más de un mes y medio de curso y muchos de esos alumnos siguen sin empezar las clases porque la Consejería no ha emitido la documentación necesaria. Es una situación de discriminación institucional hacia el alumnado más vulnerable”, subraya Gallardo.

Desde la Federación de AMPAs de Lanzarote se han solicitado reuniones con todos los ayuntamientos de la isla. Hasta el momento, solo el Ayuntamiento de Teguise ha respondido positivamente. “Queremos trabajar juntos, colaborar, construir soluciones. Pero para eso hay que sentarse a hablar. La comunicación es esencial para mejorar la educación en Lanzarote”, insiste la portavoz.

Con tono firme pero esperanzado, Gabriela Gallardo lanza un mensaje directo a las instituciones públicas: “Nuestros hijos merecen aulas, no barracones. Y las familias merecemos ser escuchadas. No pedimos privilegios, pedimos justicia educativa”.