Las prisas son malas consejeras

Santa Cruz de Tenerife

Que no hay que fiarse de los viajeros que llevan prisa es una de esas enseñanzas que todos aprendemos con el tiempo. Y no son buenas consejeras, porque donde hay nervio suele haber error.

Error es que el novio de Isabel Díaz Ayuso le diga al juez que el fiscal general del Estado le ha destrozado la vida. Y que por su culpa tiene dos opciones: o se va de España o se suicida... Uno ve a González Amador por televisión y lo único que saca en claro es que el presunto defraudador tiene una cara que se la pisa.

Eso no quita para fuera un error también que el fiscal del Estado borrara todos sus correos, y que lo hiciera a toda prisa. Los borró sin que lo mandatara ningún protocolo, así que todos pensamos mal diga lo diga.

Error es que Ángel Víctor Torres siga “erre que erre” afirmando que no robó y que no estuvo con mujeres de pago. Pero que no termine de contar con pelos y señales la relación que tenía con Koldo García... Parece raro, muy raro, que con tantos mensajes por ‘whatsapp’ digas en el Parlamento canario y en el Senado que no lo conocías.

Y todo otra vez, por culpa de las prisas... Prisas por cobrar cuando la gente se moría.

Las prisas han llegado también a Valsequillo, en Gran Canaria, donde PSOE y Nueva Canarias siguen adelante con su ofensiva para quitar de en medio a cualquier alcalde que simpatice con al nuevo partido que lideran Teodoro Sosa y Óscar Hernández.

Han caído ya Santa María de Guía, San Mateo y Agaete y ahora quieren meterse en la buchaca una cuarta alcaldía.

Lo malo de la política es que donde las dan las toman y hay un concejal en Las Palmas, que los censurantes no controlan. Y ese concejal (que se llama José Eduardo Ramírez) podría complicarle a Darias su flamante mayoría.

Descartada la moción de censura (porque Ramírez no pactaría ni con PP ni con VOX) hay un contrato de basuras que podría complicarse por tanta bobería.

Y la ciudad se hundiría “en mierda” (uso el lenguaje que ha puesto de moda Torres), por culpa de esas prisas.