Los canarios, expuestos a pesticidas: la advertencia del Dr. Domínguez-Boada, médico toxicólogo de la ULPGC

Las Palmas de Gran Canaria

El doctor Luis Domínguez-Boada es investigador del Centro de Investigación Biomédica en Red en Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición y coordinador del Grupo de Investigación en Medio Ambiente y Salud de la ULPGC, grupo que ha realizado estudios pioneros en las últimas dos décadas años. Es una de las personas que más sabe sobre contaminación por pesticidas en Canarias. Hace veinticinco años que inició el primer estudio de biomonitorización con medida de contaminantes clorados en sangre. "Medimos organoclorados, toda la población tiene, no nos llamó la atención, era lo que esperábamos. Cuanto más viejo eres más tienes", explicó durante una conferencia en la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Gran Canaria. Sin embargo, cuando se publicaron los resultados, hace décadas, no recibió llamadas del Ministerio de Sanidad, sino del de Agricultura, preocupados por la imagen que sus investigaciones podían dar de la agricultura canaria. "A lo mejor el queso canario, con ese saborcito tan bueno, resulta que no es por el queso, sino por el organoclorado", llegó a decir.

"Nuestras madres nos envenenaron", dice el doctor

El Dr. Domínguez-Boada centró gran parte de su intervención en el DDT (diclorodifeniltricloroetano), muy usado en décadas pasadas y que sigue presente en los cuerpos de los canarios. "El DDT es liposoluble, así que nuestras madres, con todo el cariño del mundo, nos quitaban los piojos frotándonos el pelo con ese producto, facilitando que penetrara en nosotros. Así conseguimos que el DDT se absorbiera más y pasara a nuestra sangre. Nos iban envenenando poco a poco. No lo sabían, las pobres, pero nos estaban envenenando", afirma. En el año 2001 se aprobó el convenio de Estocolmo de la Agencia Ambiental de Naciones Unidas, prohibiendo algunas de las sustancias más peligrosas, entre ellas el DDT.

En opinión del doctor, la prohibición del DDT mejoró la situación, aunque aparecieron otras amenazas que están plenamente vigentes. "El DDT se prohíben en el 2001, España lo firma en el 2004, pero siempre se da una prórroga para que la gente no tire el DDT que tenía almacenado... en fin, hasta unos cuantos años después no desaparece", explica. "Hemos tardado un silgo desde que se sintetiza hasta que se prohíbe. Pero bueno, con el plomo hemos tardado dos mil años", ironiza. La prohibición da resultado, porque el DDT desaparece de la leche materna.

Sin embargo, aparecen otros contaminantes. "El DDT desaparece de la leche materna, pero hacemos que aparezca otro contaminante por otro lado, los bifenilos policlorados como retardantes, que empiezan aparecer en leche materna y que antes no estaban", explica. "Antes teníamos una porquería que se llamaba DDT y ahora pasamos a tener otra que se llama policlorados. Una cosa por otra, todavía no sabemos cuál es más tóxica de las dos, pero son igual de porquería", zanja.

La advertencia sobre los pesticidas en Canarias

Sobre la alimentación, el doctor advirtió que el control actual solo previene ante intoxicaciones agudas, pero no contempla la toxicidad crónica. "Yo no solo me como un plátano en mi vida, me puedo comer doscientos mil plátanos... y eso se va acumulando", ejemplificó. Criticó que las autoridades sanitarias no se toman en serio estos hallazgos. Aunque la mayoría de sus advertencias se refieren a productos que ya no están en uso, sus efectos están presentes no solo en los canarios, sino en los suelos que producen los alimentos que consumimos. "Los suelos de Canarias están llenos de pesticidas, más que los de las otras islas de la Macaronesia", afirmó, destacando que el modo de cultivo marca la diferencia. "Las autoridades no se lo creen, pero este señor está estrogenizado, le han salido tetas, eso no es normal", llegó a decir literalmente durante su conferencia

Las matizaciones del doctor a su conferencia

Consultado para la realización de este reportaje, el experto en toxicología aclaró que algunas frases de su conferencia pueden resultar confusas fuera del contexto, como la del queso canario o la de la "estrogenización". Eso si, se reafirmó en que los suelos están contaminados y que estos contaminantes son factores de riesgo para enfermedades comunes en Canarias como obesidad, diabetes, ictus, hipertensión y ciertos tipos de cáncer. También corrigió la cifra de plátanos consumidos, proponiendo hablar de "centenares", en lugar de doscientos mil. "Esas afirmaciones son todas ciertas, pero no dejan de ser anécdotas acontecidas durante mi trayectoria profesional", matiza en un correo electrónico a la SER.

Para Domínguez-Boada es importante resaltar que "la Consejería de Sanidad (en concreto, la Dirección General de Salud Pública) nunca se ha tomado muy en serio este problema (aunque tampoco lo ha hecho el Ministerio de Sanidad) y, por tanto, no han contactado con quienes trabajamos en biomonitorización de contaminantes en España (y Canarias) para buscar y poner en marcha las medidas correctoras oportunas", explica. "Es posible que ahora que la UE se ha tomado más en serio este tema con los proyectos "Human Biomonitoring for European Union" (HBM4EU; 2017-2021) y "Partnership for the Assessment of Risks from Chemicals" (PARC; 2022-2027) en los que nuestro Grupo de Investigación participa, se incremente el interés tanto del Ministerio como de la Consejería de Sanidad", añade.

La reacción de Salud Pública a su advertencia

La Dirección General de Salud Pública (DGSP) respondió a la SER que el doctor se centra en la producción primaria, competencia del Ministerio de Agricultura y en Canarias de la consejería de Agricultura. "Habla de productos como el DDT, que está prohibido desde hace ya bastante tiempo, y su permanencia en el medio ambiente es muy larga, además de ser bio acumulativo", reconocen. "A día de hoy existe un control mucho mas riguroso sobre el uso de plaguicidas en agricultura", añaden. Sanidad explica que la afectación principal de plaguicidas viene través de la ingesta de alimentos o de aguas de consumo

En relación a la ingesta de alimentos, la Dirección General de Salud Pública (DGSP) programa los controles sobre las empresas que comercializan alimentos y sobre los alimentos que se ponen a disposición del consumidor, pero no sobre la producción primaria y el uso de plaguicidas en la misma, dado que es competencia de la Dirección General de Agricultura. Los controles oficiales que se realizan están englobados dentro del Plan Nacional de Control Oficial de la Cadena Alimentaria (PNCOCA). Dentro de este plan se incluye el Programa 14, centrado en el control de residuos de plaguicidas en alimentos que busca garantizar que los productos alimentarios no superen los Límites Máximos de Residuos (LMR) en alimentos y piensos de origen vegetal y animal, protegiendo la salud de los consumidores.

Para ello, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) establece, cada año, entre las Comunidades Autónomas un número mínimo de muestras a tomar según la población, asignando a Canarias las muestras a tomar conforme al Programa Coordinado Europeo (PC) y que incluye tanto productos de origen vegetal y animal como de alimentos infantiles. Para reforzar este control, Salud Pública desarrolla, además, su propio Plan de Vigilancia (PV). Estas muestras se analizan en laboratorios oficiales, incluidos en la Red de Laboratorios de Seguridad Alimentaria (RELSA), verificando que los niveles de plaguicidas no superaran los LMR.

Control de plaguicidas según Salud Pública

En Canarias si que se realiza un control sobre plaguicidas, según Sanidad. El concepto "one health", que engloba a varias administraciones, incluye planes de control, en todas las fases de la cadena alimentaria, para controlar que no se superen los Límites Máximos de Residuos (LMR) establecidos por el Reglamento (CE) 396/2005. En 2024 se programaron 48 muestras de forma aleatoria, en las que se investigaron de 100 a 120 parámetros diferentes por muestra por lo que hay mas de 5000 resultados. Ninguno superó el LMR.

En cuanto al agua de consumo humano, el informe del Ministerio de Sanidad respecto a la calidad del agua de consumo en España del año 2023 se pueden apreciar los datos por comunidades autónomas del control sanitario del agua de consumo. En Canarias se notificaron 614 zonas de abastecimiento: 488 captaciones, 868 tratamientos, 59 cisternas, 1197 depósitos, 985 redes de distribución, 3293 instalaciones interiores y un total de 10.953 puntos de muestreo.

De los que 199 laboratorios están en el SINAC por esta comunidad autónoma y 136 tienen boletines en el Aplicativo. Es Canarias la segunda comunidad autónoma que mas boletines vuelca al SINAC, con 202.953 tipos de controles en agua de consumo y donde continúa siendo la segunda comunidad autónoma que vuelca más boletines de vigilancia sanitaria, responsabilidad de la autoridad sanitaria, al SINAC. De las 326.672 determinaciones de plaguicidas autorizados y de las 1.061.587 determinaciones de plaguicidas no autorizado o prohibidos volcados en el año 2023 al SINAC, la evolución de la conformidad de plaguicidas individuales en el 2023 fue de 99.97%. En Canarias, el 99.53 % de los boletines son de agua apta, y solo el 0.47 % de boletines califica como agua no apta, según los datos de ese informe del año 2023.