Preocupación sindical en Canarias por el aumento de muertes de trabajo en jornada o "in itinere"

Las Palmas de Gran Canaria

Señal de alarma de los sindicatos canarios con los últimos datos de siniestralidad laboral en las islas. En la presentación de la nueva campaña del Gobierno de Canarias, con la que se busca reducir el riesgo a cero, las entidades sindicales han puesto de manifiesto el aumento de los accidentes mortales. Hasta el mes de octubre se han registrado en el archipiélago 20.276 incidentes laborales con baja médica, lo que supone un descenso del 6,2 por ciento respecto al año anterior. Son 659 accidentes menos. Esta reducción se produce, además, en un contexto de récord de afiliación a la Seguridad Social, con más personas trabajando y menos accidentes en términos globales. Podrían parecer buenas cifras, pero ponen el foco en los accidentes fatales y en la movilidad de los trabajadores.

Entre enero y octubre han fallecido 27 personas en Canarias por causas relacionadas con su actividad laboral, de las cuales 20 perdieron la vida durante la jornada de trabajo, nueve por infartos o derrames cerebrales y 11 por caídas en altura o golpes contra objetos. El resto, son siete en accidentes in itinere, es decir, yendo y viniendo del trabajo. Esta última cifra supone seis muertes más que el año anterior.

Aunque el 98 por ciento de los accidentes registrados son leves, en comparación el pasado año se cerró con 17 accidentes mortales, por los 27 que se conocen hasta el momento de este ejercicio, lo que evidencia un incremento significativo de fallecimientos en lo que va de curso.

Desde UGT Canarias, el técnico de prevención laboral Renato Artero ha advertido que “hay que decir que los accidentes de trabajo son los indicadores inmediatos, de una precariedad en las condiciones de seguridad y salud en el trabajo. Supone incumplimientos de la normativa en materia de prevención y de la falta de una integración real y efectiva de la prevención de riesgos laborales en las empresas”, y sostuvo que en las causas es donde hay que poner el foco para evitar que los errores se vuelvan a repetir. “Es necesario que exista una vigilancia y un control continuo de la aplicación y cumplimiento de la normativa y de las medidas de seguridad. Debemos fomentar también la cultura preventiva transmitiendo conocimiento con el objetivo de promover hábitos saludables, mejorar los niveles de protección y garantizar el bienestar”, añadió.

A este mensaje se sumó Víctor Toledo, coordinador del gabinete de salud laboral de Comisiones Obreras, puesto que es vital “sensibilizar sobre la importancia que tiene la salud laboral, tanto a nivel empresarial como para los trabajadores y trabajadores en sus puestos, porque lo que se busca es que las personas trabajadoras no pierdan la salud en sus actividades laborales. Dicho esto, ha sido un año preocupante por este aumento de los accidentes mortales”.

Desde las patronales, en la provincia oriental, María de la Salud Gil, presidenta de la Asociación de la Construcción y Promoción de Las Palmas, ha comentado que “lo importante es tener una estrategia clara en materia de prevención y riesgos laborales, y conseguir los resultados que se están consiguiendo, afortunadamente. El 98% de los accidentes que se producen son leves y, evidentemente, la labor divulgativa y pedagógica de una campaña es importantísima, para que todos sepamos que hay que cuidar y cuidarnos”. Una cuestión que quiso matizar es la relevancia de poder ayudar a las pequeñas empresas, ya que “las microempresas tienen tremendas dificultades para tener todo en regla y hay mucha economía sumergida en un sector como el de la construcción y esto hay que atajarlo”.

La construcción vuelve a situarse como uno de los ámbitos más sensibles, con un aumento de fallecidos y con la preocupación añadida de la economía sumergida, que limita el control y la aplicación efectiva de la normativa. El sector servicios también concentra una parte importante de la siniestralidad laboral en el archipiélago. Con esta campaña se quiere evitar señalar culpables y se apela a la corresponsabilidad de administraciones, empresas y trabajadores. El objetivo común es claro: que nadie pierda la salud ni la vida por ir a trabajar y que todas las personas puedan salir de casa y regresar en perfectas condiciones. Un reto que sigue siendo urgente en Canarias, pese a los avances registrados en algunos indicadores.