Un divorcio prematuro en el CD Tenerife

Santa Cruz de Tenerife

El pasado 12 de julio el CD Tenerife anunciaba a bombo y platillo -y de manera inesperada- la contratación del central cántabro Álvaro González como el refuerzo de un futbolista con "experiencia, jerarquía y contundencia" para la defensa blanquiazul. Solo cinco meses después se produce la ruptura del contrato anticipadamente tras haber firmado hasta 2027. Atrás quedan 700 minutos de participación con el cuadro blanquiazul y un tándem poderoso con Anthony Landázury en el eje de la zaga que se quebró a raíz del partido de sanción que cumplió el defensa de Potes en el encuentro ante el Racing de Ferrol.

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A rey muerto, rey puesto

Una vez se oficialice la desvinculación de Álvaro, el club dará ficha al argentino Facundo Agüero, que entrena con el grupo desde el pasado verano a la espera de la llegada del mercado de invierno. Pero con este alta no se cerrarán las novedades en la defensa del CD Tenerife si la dirección deportiva cumple la petición de Álvaro Cervera, que ha verbalizado públicamente su deseo de contar con otro defensa polivalente que pueda ejercer de lateral izquierdo y a la vez de central, por lo que la marcha de Álvaro González no solo no es un problema sino que evita una situación incómoda que podía haberse enquistado en el vestuario desde la pérdida de galones de titular que, junto a otros factores como su inminente paternidad y una situación personal, en el ámbito familiar, delicada, han posibilitado su marcha del Tenerife antes del cierre incluso de la primera vuelta.