El niño Jesús no está nominado a abandonar la decoración navideña: la tradición del belén tradicional resiste en el corazón de Vegueta

Las Palmas de Gran Canaria

En el corazón del casco histórico de Vegueta, a pocos metros de la conocida Plaza de Las Ranas, se encuentra una de esas tiendas que parecen conservar un pedacito de historia viva de la ciudad. Frente a la librería de cómics Moebius, se sitúa el bazar La Peregrina, especializado en belenes, figuras religiosas y artículos católicos. Estos días viven entre una tremenda ebullición de transeúntes que fijan su mirada en un escaparate cuanto menos curiosos, tanto para niños como para adultos.

Este Bazar La Peregrina, una de las tiendas especialistas de este tema en Canarias, se encuentra en una casa es de finales del siglo XVIII, donde nació el primer dueño Heliodoro Ayala. En sus orígenes funcionada como una droguería de la época, vendiendo incluso palanganas y otros utensilios de limpieza. Ello, hasta 1954, donde mutó en este particular negocio. Son ya 71 años como especialistas en el tradicional belén español.

Hoy, la Navidad marca el ritmo del negocio, ya que aproximadamente el 75% de su mercancía son belenes y todo lo necesario para montarlos, como son los corchos, resina, barro y, por supuesto, numerosos niños Jesús, incluyendo el modelo original. Según Cristian Mateos, el encargado del local, es un trabajo que dura todo el año, porque aquí la Navidad se vive cada día y es que "tenemos clientes de todo tipo, hay quien te viene buscando una sola pieza, hay quien te viene buscando piecitas pequeñas para ir aumentando sus belenes todos los años, hay quien empieza de cero, hay quien hereda un belén de su familia y quieren seguir continuando la tradición", explica.

Están viviendo unos últimos años de repunte en las ventas, ya que "ha pasado por distintas etapas, así que es verdad que hubo unas épocas que se había perdido un poco, pero ahora estamos viendo que se está recuperando un poco lo que es el belén tradicional o el belén en una sola pieza, lo que es la Virgen, San José, la mula, el buey y el niño Jesús. Incluso, hay personas que miden al milímetro cada figura. "Hay muchos belenistas que trabajan mucho a escala y son tiquismiquis, por así decirlo, pero yo los quiero mucho porque son clientes. Viene midiendo para que cada pastorcillo mida lo mismo y así con los animalitos, las cabritas, las ovejitas, los pollitos y demás", comenta.

Además de los belenes, el bazar ofrece artículos religiosos, estampitas, imágenes y objetos para bautizos y comuniones, adaptándose a las diferentes festividades del calendario católico, como las Fiestas del Pino.

En La Peregrina, la tradición y la historia se mezclan con la vida cotidiana de la ciudad, y la curiosa confrontación con la tienda vecina de Moebius especialistas en cómics o funkos, por ejemplo, recordándonos que algunos lugares no solo venden productos, sino también historias que recuperan tradiciones y perduran de generación en generación.