Los colectivos vecinales de Torrelavega en pie de guerra por las exigencias burocráticas para organizar eventos
Las comisiones de fiestas critican la sobrecarga de requisitos que, según ellos, exceden la normativa vigente, mientras el Ayuntamiento trabaja en una ordenanza para simplificar los trámites
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Torrelavega
Los colectivos vecinales y comisiones de fiestas de Torrelavega mantienen desde hace meses un plante en protesta por lo que consideran un exceso de requisitos burocráticos impuestos por el Ayuntamiento para la organización de eventos en la ciudad. Este desacuerdo ha alcanzado su punto álgido tras la cancelación de la cabalgata de Reyes en barrios como Tanos, Sierra y Ganzo, lo que ha encendido el malestar entre los organizadores y los vecinos.
Carlos Fernández, portavoz de las asociaciones, ha expresado su frustración por la situación: “Nos están pidiendo documentación y medidas que no contempla la ley autonómica. No entendemos por qué se nos exigen cosas como planes de evacuación o baños públicos en eventos de menos de 500 personas, cuando la normativa no lo establece”.
Los puntos críticos
Entre las principales quejas de las asociaciones, destacan las exigencias relacionadas con la seguridad y los servicios básicos. Fernández señaló que estas medidas incrementan los costes de organización y complican la logística de eventos que, tradicionalmente, son gestionados por voluntarios. “El Ayuntamiento ayuda con un pequeño porcentaje del presupuesto, pero el resto lo cubrimos con sorteos, patrocinadores y trabajo constante. Si a eso le sumamos nuevas exigencias, se hace inviable”, explicó.
A pesar de las críticas, Fernández reconoció que el diálogo con el Consistorio ha comenzado a dar frutos. Según afirmó, el alcalde Javier López Estrada se ha comprometido a revisar las demandas más polémicas y trabajar en soluciones para garantizar la celebración de próximas festividades.
La posición del Ayuntamiento
Desde el equipo de gobierno municipal, la concejala de festejos, Patricia Portilla, ha defendido la necesidad de cumplir con la Ley de Espectáculos del Gobierno de Cantabria, vigente desde 2017, que regula las condiciones de seguridad, prevención y sanidad para este tipo de actividades. “Como Ayuntamiento, estamos obligados a cumplir y hacer cumplir la ley. No podemos ser flexibles en aspectos que afectan a la seguridad de las personas”, explicó.
Portilla también reconoció las dificultades que enfrentan las comisiones de fiestas y afirmó que se está trabajando en una nueva ordenanza municipal que simplifique los trámites. “Estamos en contacto con las asociaciones para ajustar nuestras exigencias a la realidad de cada evento. No es lo mismo una magosta con 200 personas que una fiesta con 2.000 asistentes. Queremos facilitar su labor sin comprometer la seguridad”, señaló.
Hacia una solución
Ambas partes coinciden en la importancia de retomar el diálogo para evitar que el conflicto se prolongue y afecte a más eventos. Mientras los colectivos vecinales piden que se reduzcan las exigencias adicionales no contempladas en la normativa, el Ayuntamiento se compromete a adaptar sus exigencias a las características reales de cada actividad.
“Estamos seguros de que podremos llegar a un entendimiento”, concluyó Portilla, dejando entrever que la solución podría llegar antes de la próximas celebración importante en la ciudad, la fiesta de San Blas en La Montaña.. Por su parte, Fernández manifestó su deseo de que este plante sirva como un punto de inflexión para mejorar la relación entre las asociaciones y el Consistorio, garantizando la continuidad de las fiestas que dan vida a los barrios de Torrelavega.
