¿Azul o negro?, los vecinos de Santander elegirán el color del pavimento de los jardines de Piquío
El Ayuntamiento ha iniciado una consulta pública entre los ciudadanos

Papeletas que deberán depositar los vecinos en el Casino del Sardinero donde se ha inaugurado una exposición sobre los jardines de Piquío. / Ayuntamiento de Santander.

Santander
Los vecinos de Santander elegirán el color del nuevo pavimento de los Jardines de Piquío, entre el negro y el azul, votando por uno de ellos en una consulta pública que ha abierto el Ayuntamiento de la capital.
El nuevo pavimento se colocará en los históricos jardines del Sardinero dentro de las obras de renovación y acondicionamiento que está haciendo el Ayuntamiento de Santander con una inversión municipal de 1,3 millones de euros.
Los vecinos podrán depositar sus votos en el Casino del Sardinero, donde este sábado ha abierto sus puertas una exposición que recorre la historia de los Jardines de Piquío.

Los jardines de Piquío en color azul. / Ayuntamiento de Santander

Los jardines de Piquío en color azul. / Ayuntamiento de Santander
Exposición sobre los jardines
La alcaldesa de Santander, Gema Igual, ha anunciado esta consulta durante la inauguración de la exposición.
Los ciudadanos que deseen participar deberán rellenar una papeleta indicando la opción elegida, entre el negro o el azul, al tratarse de los dos colores elegidos para este pavimento a lo largo de la historia, y mostrar su DNI al personal de la sala antes de depositar su voto.
"El color del pavimento de Piquío ha sido objeto de debate para los santanderinos a lo largo de la historia, por eso ahora queremos tener en cuenta sus preferencias para incorporarlas al proyecto que tenemos en marcha", ha asegurado.
Igual ha insistido en que la renovación de este espacio – un proyecto del estudio De la Fuente Arquitectos, con David Añíbarro como paisajista– es una actuación "muy solicitada y consensuada" con los vecinos y el sector turístico de la zona.
Con el objetivo de que mantener la identidad de los jardines, antes de empezar las obras se llevaron a cabo catas para conocer las diferentes capas e intervenciones realizadas a lo largo de los años y obtener información concreta que se ha sumado a la disponible en diferentes documentos y planos, ha recordado.
La exposición que puede verse en el Casino se centra en la evolución de los jardines y en la figura de Ramiro de Mesones Saiz Martínez, arquitecto municipal entre 1925 y 1960 que desempeñó un papel clave en la transformación del frente litoral entre San Martín y Cabo Menor, y redactor del proyecto de renovación..
Según explica el Ayuntamiento, la muestra pone el foco en la visión estética y la sensibilidad hacia el entorno reflejadas en los distintos elementos de los jardines de Ramiro de Mesones, quien supo aprovechar los desniveles del terreno y combinar el arbolado con pérgolas, senderos, escalinatas, miradores, novedoso mobiliario urbano y originales elementos como el Reloj de Sol y Tierra paralela o la Rosa de los Vientos.
"Piquío es una zona muy transitada y muy querida por todos y por ello vamos a llevar a cabo una actuación de la que los ciudadanos puedan sentirse orgullosos", ha subrayado igual.

Los jardines de Piquío con los caminos de color negro. / Ayuntamiento de Santander

Los jardines de Piquío con los caminos de color negro. / Ayuntamiento de Santander
Los jardines en negro
En la segunda mitad del siglo XIX, cuando el promontorio de Piquío comenzó a ser una zona de disfrute y esparcimiento para santanderinos y visitantes, sus caminos eran de gravilla pero en 1987 las principales calles adoquinadas del centro se cubrieron de asfalto. Y también terminó alquitranado.
Las numerosas fotografías de Piquío fechadas entre esa época y la primera década del siglo XX sugieren que sus caminos siguieron siendo de gravilla y la primera noticia sobre el alquitranado salió en la prensa en junio de 1920.
En su proyecto de ordenación y embellecimiento de 1932, Ramiro de Mesones decidió dar continuidad al color negro del pavimento optando por el asfalto fundido, de bajo coste y fácil mantenimiento y que se adaptada bien al sinuoso trazado que diseñó.
Inicialmente negro muy oscuro, el asfalto clareaba con el tiempo hasta adquirir un tono grisáceo. Este pavimento cumplió su función hasta que a finales de los años 80 comenzaron a formarse burbujas en la superficie.
En 1998, el Ayuntamiento realizó una intervención en Piquío y para corregir los desniveles del suelo, se optó por una pasta niveladora de color azul, prevista como solución temporal antes de una capa final de pintura negra que nunca llegó a aplicarse.
"Este cambio de color, aunque bien recibido por algunos, también dividió a los santanderinos. Para muchos, el gris oscuro original representaba la identidad de unos jardines que ya eran históricos, mientras que otros veían en el azul una opción más fresca, nueva y moderna", explica el Ayuntamiento.