Marga Tagle, paciente de cáncer de mama: “Durante años no escuchaba ni a mi familia ni a mí misma. Solo quería volver al trabajo”

Cantabria

Octubre es el mes del cáncer de mama y Cantabria no ha querido quedarse al margen. Desde la sede de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) en Santander, se ha presentado una de las campañas más emotivas y reivindicativas de los últimos años: “Nos lo tomamos a pecho”. Una iniciativa que, por primera vez, ha sido cocreada por pacientes y familiares, y que busca poner el foco en lo que realmente significa vivir con esta enfermedad más allá del diagnóstico y el tratamiento.

“Nos lo tomamos a pecho” es mucho más que un lema. Es una declaración de intenciones. La campaña, que se difunde en medios y redes sociales, incluye un vídeo protagonizado por familiares y pacientes reales, donde se escuchan frases como: “Me tomo a pecho tu dolor y tu derecho a sentirlo y compartirlo” o “Nos tomamos a pecho que también necesites que te abracemos y te cuidemos”. Un mensaje que busca empatizar con quienes conviven con la enfermedad y romper con el optimismo forzado que muchas veces rodea al cáncer de mama.

El papel del psicooncólogo: acompañar en la incertidumbre

En el programa especial de La Ventana de Cantabria, el psicooncólogo Miguel Mediavilla explicó que su labor es similar a la de un sherpa: “No subimos la montaña por ellas, pero las acompañamos durante todo el proceso”. Mediavilla subrayó que la palabra clave en esta enfermedad es incertidumbre. “Incluso cuando los tratamientos acaban, la incertidumbre permanece. Las revisiones, las secuelas invisibles, el miedo a la recaída… todo eso sigue ahí”.

Uno de los aspectos más desconocidos del cáncer de mama es su impacto económico. “Una de cada cuatro mujeres supervivientes tendrá problemas económicos”, alertó Mediavilla. Aunque la sanidad pública cubre gran parte de los tratamientos, hay gastos que no están contemplados: cremas, terapias complementarias, apoyo psicológico, o incluso la necesidad de contratar ayuda doméstica. “Muchas mujeres tienen que pleitear para conseguir una incapacidad laboral”, añadió.

Testimonio en primera persona: Marga, una historia de resistencia

Marga Tagle, paciente de cáncer de mama, compartió su experiencia con una sinceridad desarmante. “Yo no tuve miedo cuando me lo dijeron. Fue peor para mi familia”, confesó. Durante su tratamiento, eligió la opción más intensa: “A full durante cuatro meses. No tengo problema en que se me caiga el pelo”. Pero lo más duro llegó después: mastectomías, secuelas físicas y emocionales, y una lucha por recuperar su vida laboral.

“Escucha a tu cuerpo”

Uno de los consejos que más le marcó fue el de su oncólogo: “Escucha a tu cuerpo”. Al principio no lo entendía, pero con el tiempo aprendió a hacerlo. “Durante años no escuchaba ni a mi familia ni a mí misma. Solo quería volver al trabajo”. Esa obsesión la llevó a ignorar señales de alerta hasta que su cuerpo dijo basta. “Tuve que recurrir a un abogado para conseguir la incapacidad. Y eso te empobrece”.

Marga también habló del papel de la familia y de cómo el cáncer afecta a las relaciones de pareja. “Mi exmarido se fue. No le culpo, pero creo que si le hubieran explicado lo que implica esta enfermedad, quizá lo habría entendido mejor”. Reivindicó la necesidad de preparar emocionalmente a las parejas desde el primer momento: “Ellos también sufren, también se agotan”.

Uno de los mensajes más potentes que dejó Marga fue dirigido a la sociedad: “No somos frágiles ni de cristal. No banalices nuestro cáncer. No es solo un añito malo. Que te quiten un pecho no es nada comparado con tener un cáncer, pero también importa”.

Cantabria: avances y retos

En cuanto a la situación en Cantabria, Mediavilla destacó la calidad de los hospitales como Valdecilla, Laredo o Sierrallana, y la accesibilidad a los tratamientos. Sin embargo, advirtió que las campañas de detección precoz aún tienen margen de mejora, especialmente tras la pandemia. “Estas campañas salvan vidas. Hay que retomarlas con fuerza”.

“Nos lo tomamos a pecho”, la campaña que da voz a las pacientes

La campaña nacional de la AECC para este octubre ha marcado un antes y un después. Por primera vez, las pacientes han sido el centro del mensaje. Se han creado grupos de trabajo en toda España para escuchar sus necesidades emocionales, físicas, sociales y laborales. El resultado: una campaña que no edulcora la realidad, sino que la muestra con toda su crudeza y humanidad.

Según datos del Observatorio del Cáncer, el 65% de las supervivientes vive con miedo a la recaída, el 57% está preocupada por su aspecto físico y el 36% asegura tener una mala calidad de vida. En el ámbito sexual, el 46% declara dificultades para mantener relaciones y el 55% evita la actividad sexual por el impacto emocional y físico de los tratamientos.

Además, 1 de cada 4 mujeres ha atravesado problemas económicos durante la enfermedad, especialmente las más jóvenes. A pesar de todo, muchas coinciden en que el cáncer les ha hecho replantearse prioridades y descubrir una versión más fuerte de sí mismas.