El Cine Embajadores preestrena 'El Molino'

Santander

Santander se viste de gala para recibir el estreno en primicia de El Molino, la nueva película del director Alfonso Cortés-Cabanillas, que se proyecta esta tarde a las 20:00 horas en el cine Embajadores. El largometraje, producido por La Caña Brothers, llegará al resto de salas españolas el próximo 16 de enero, pero los cántabros tienen el privilegio de disfrutarla antes. Gran parte del rodaje se realizó en el Valle de Campó, lo que convierte este estreno en un homenaje a la tierra que inspiró buena parte de la historia.

“Lo que queríamos contar realmente es cómo se unen los mundos, que a veces es lo más complicado”, explica Cortés-Cabanillas. “La película habla de comunicación, de escucharse unos a otros, de empatía. Bajar la conversación a la tierra y entender que cada persona tiene su propio lenguaje emocional”. El director subraya que El Molino es una obra coral que busca reflejar la importancia de escuchar, no solo hablar: “Está montada con muchos planos de escucha, porque es fundamental cómo recibimos las cosas”.

La trama gira en torno a Maite, una ingeniera brillante que regresa al pueblo donde creció para enfrentarse a su pasado y reencontrarse con Jaime, un amor de juventud. Pilar López de Ayala, que vuelve al cine tras varios años de ausencia, da vida a Maite: “Es una mujer contenida que ha aprendido a sobrevivir a base de no decir, de no exponerse. Me pareció muy humano y complejo. El reto ha sido encontrar verdad en lo no dicho, en los silencios”, confiesa la actriz, que define el proyecto como “un auténtico regalo”.

Por su parte, Asier Etxeandia interpreta a Jaime, un ganadero marcado por la desconfianza y el aislamiento: “Es un hombre noble, pero cansado, hastiado, con sensación de decepción humana. Está muy arraigado a su tierra y se siente abandonado por el progreso. Me gustó porque es un personaje muy alejado de mí, muy para dentro, y tuve la oportunidad de convivir con ganaderos en Campó, lo que me dio una conexión especial con la tierra”, comenta el actor, que destaca la experiencia como “placentera y enriquecedora”.

El tercer vértice de esta historia lo completa Pablo Rivero, que encarna a un antiguo compañero de Maite y representa el mundo más tecnológico: “Mi función es hacer que el personaje se abra, desbloquearla. La película habla mucho de la tensión entre tradición y progreso, y mi personaje también tiene que aprender a aceptar lo nuevo. Para mí ha sido un regalo, un proyecto que he vivido como un campamento creativo”, asegura Rivero, que ya conocía al equipo y se declara admirador del trabajo de Cortés-Cabanillas.

Además de Cantabria, el rodaje se desarrolló en Madrid y en Alemania, donde se filmaron escenas en la plataforma Wikinger, en el mar Báltico. “Queríamos mostrar visualmente la grandeza del personaje de Pilar antes de llevarla al pueblo, hacerlo pequeño”, explica el director. “Hay una parte inspirada en ingenieras reales, mujeres que han liderado proyectos enormes y que, sin embargo, también tienen que enfrentarse a su propio mundo interior”.

El equipo destaca el ambiente familiar vivido durante el rodaje en Cantabria. “Ha sido como estar en casa”, afirma López de Ayala. “La gente de La Caña Brothers trabaja en familia y nos han hecho sentir como en un refugio”. Rivero coincide: “Todo ha sido muy honesto y muy fácil. Rodar aquí ha sido un lujo”. Etxeandia añade: “Parte del equipo es de la zona, y eso le da autenticidad. Hemos comido en la cantina local, hemos compartido con la gente del valle… Ha sido mágico”.

El Molino no es solo una historia de amor y reencuentro, sino también una reflexión sobre la incomunicación en tiempos de velocidad y tecnología. “Creo que vamos muy rápido, hablamos poco y escuchamos menos”, concluye Cortés-Cabanillas. “Esta película invita a parar, a mirar al otro y entender que cada ‘te quiero’ es distinto, que necesitamos escuchar para conectar”.

Con un reparto coral que incluye nombres como Abril Zamora, Imanol Arias y Nuria Lavari, El Molino promete emocionar y hacer pensar. Hoy, Santander tiene la oportunidad de descubrirla antes que nadie.