El Despacho de Teresa, donde se vendían los cortes de helado más grandes de Ciudad Real
Primero fue lechería y después fue incorporando más género, como pan, dulces y helados
'La Máquina del Tiempo', con Mireia Morollón: el despacho de Teresa
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Ciudad Real
En nuestro recorrido semanal por históricos negocios de Ciudad Real, esta semana hemos hecho parada en 'El Despacho de Teresa'. Era como se le conocía a este pequeño establecimiento que estaba situado en la calle Feria, justo donde en la actualidad se encuentra la entrada al pasaje Alcor, en el edificio que se muestra en la fotografía realizada, antes de su demolición, por el profesor Juan Martín Martín, Jefe del Departamento de Geografía e Historia del IES Hernán Pérez del Pulgar de Ciudad Real y que fue publicada en su blog de Geografía.
El negocio ocupaba la parte delantera de la casa familiar y llegó a ser muy popular entre los ciudadrealeños. Lo inició la abuela de Mariano Lavín Lavín en los primeros años del siglo XX. Comenzó vendiendo leche, la que producían en la vaquería que tenían en la calle Pedrera Baja, junto al cuartel de la Guardia Civil, donde tenían 30 vacas que ordeñaban por la mañana y por la tarde y que bajaban con una yegua y cuatro cántaros a la calle Feria, donde la vendían"
Allí estuvo primero su abuela y después su madre, que llegó a echar grandes jornadas de trabajo. "Llegaba a la tienda a las seis de la mañana para abrir a las siete, cuando llegaban los proveedores. Estaba activa hasta las doce de la noche y sólo cerraba las seis o siete horas de la noche para dormir", recuerda Mariano Lavín.
Mariano Lavín Lavín / Cadena SER
Mariano Lavín Lavín / Cadena SER
Teresa fue incorporando cada vez más productos, como pan, dulces y helados. "Aquí se podían comprar los cortes de helado más grandes de Ciudad Real porque de las barras que venían marcadas con doce cortes, hacía sólo seis y todo el mundo salía muy contento", según contaba su hijo en 'La Máquina del Tiempo'.
En esta misma casa había otros negocios, como la Juguetería de Dori, la Cristalería Murcia, un despacho de aceite a granel que se conocía como "el de Pepita" y la tienda de comestibles La Pajarita, muy nombrada en Ciudad Real.
