Que viene la mancha negra que se come a los débiles
La firma de Nicolás García Rivas, catedrático en Derecho Penal
Firma de opinión | Que viene la mancha negra que se come a los débiles
La campaña para las elecciones andaluzas está dejando ver con toda claridad cómo la mancha negra de la ultraderecha se afana por meter mucho miedo a nuestros congéneres, sobre todo a los más débiles, que no sólo tienen que sufrir el embate de esta crisis “rusoniana” sino que encima tienen que aguantar a esta procaz tonadillera del abismo decir una tontería tras otra sin que nadie le pare los pies.
La lamentable comedianta anuncia que “van a terminar con la “ideología de género”, momento en que alguno de los cercanos se mira como preguntando ¿quién? ¿yo?...a lo que la esperpéntica responde con poses anodinas y con estruendo de gestitos advirtiendo a los párvulos “sí, tú, me negarás 3 veces, pero a la postre me pedirás el voto y entonces lameré el cuchillo antes de hundir su filo”, -diría eso,claro, si fuera capaz de engarzar dos frases armónicas.
Creo que ya ha llegado el momento de decir bien alto y bien claro que nuestro sistema constitucional no permite determinadas cosas; por ejemplo, no permite que nos cisquemos en un Convenio internacional como el de Estambul, que establece pautas precisas sobre la protección a la mujer contra la violencia, demostración palpable de que -pese a los aspavientos de esta mala actriz- la violencia “sí tiene género”, el masculino, y se ejerce contra el femino con especial virulencia y un profundo trastorno humano y social.
También quieren eliminar lo que la bufona Olona denomina “chiringuitos” del colectivo LGTBI, o sea las subvenciones públicas para que estos seres admirables puedan vivir fuera del pesadísimo armario que algunos siguen llevando en su conciencia gracias a la tarea demoledora de los amigos de esta trapecista de lo inútil, o sea los curas, que trabajaron sistemáticamente su culpa infinita. Y aunque sean 2 migajas lo que reciben, se lo requisarán, como está ocurriendo en ese territorio émulo de Vichy en que se ha convertido la Castilla y León de Vox y sus Mañuecos.
Pero no hay que dar un paso atrás en ese ámbito, porque los derechos de todos están en juego; ya se sabe que primero arrasaron a unos, luego a otros y finalmente a ti, que fiaste al silencio un posible aclarado del cielo tras la tormenta, sin percatarte de que alimentar a la mancha negra sólo sirve para que gane en vigor y apueste ya definitivamente por arrumbar todos los derechos de los débiles, a favor de los fuertes, de sus iguales, franquistas redomados y cada vez menos adormecidos.