Una exposición sonora recupera la memoria del Museo de Arte Abstracto de Cuenca
La pinacoteca de las Casas Colgadas presenta ‘Las memorias. Una historia oral del Museo de Arte Abstracto Español’, un proyecto audiovisual en varias fases
Cuenca
El Museo de Arte Abstracto Español de Cuenca, que gestiona la Fundación Juan March, reserva la sala Z, o “la cueva”, como la conocen los trabajadores, ese espacio casi excavado en la roca de la hoz del Huécar en la parte más baja del edificio, para proyectar la exposición sonora Las memorias. Una historia oral del Museo de Arte Abstracto Español, un proyecto audiovisual en varias fases con testimonios de artistas y vecinos del casco antiguo de Cuenca que recuerdan cómo se creó el museo y qué ha aportado a la historia cultural y social de la ciudad desde su inauguración en 1966. La primera fase del proyecto audiovisual ya se puede degustar en la pantalla. En Hoy por Hoy Cuenca os lo contamos en un reportaje con los testimonios de algunos de los participantes y con el apoyo de David Plaza, responsable del programa educativo del museo y quien se ha encargado de la realización del proyecto.
La memoria del Museo de Arte Abstracto de Cuenca en una exposición sonora
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Museo internacional
“Cuando empezó a funcionar el museo solo venía gente de fuera. Poco a poco fueron llegando más gente de fuera, más españoles, de Madrid, y también los conquenses”, recuerda el fotógrafo Cristóbal Hara.
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Era 1966 y en torno al museo, en una ciudad castellana casi olvidada, los artistas que firmarían las grandes obras del arte contemporáneo de la segunda mitad del siglo XX en España encontraron en Cuenca su hogar, como recuerda el artesano de papel Segundo Santos: “Sí, recuerdo el primer día que entré y que me presentaron a Zóbel. Que yo recuerde ahí estaban Gustavo Torner, Millares, probablemente Gerardo Rueda. De pronto vi un mundo que era para mí totalmente desconocido. De pronto el mundo se llenó de color”.
Explosión cultural
La vida cultural de Cuenca giraba ya en torno a este museo “y explotó durante los años setenta y hasta mediados de los años ochenta. El museo le hizo explotar”, recuerda Miguel Ángel Moset, pintor conquense ya fallecido.
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El objetivo de estas memorias audiovisuales es recoger los recuerdos de aquellos que vieron nacer y crecer al museo, como apunta su creador, David Plaza: “Nos dimos cuenta de que había un montón de gente, vecinos en un primer momento, que tenían unas historias muy interesantes acerca del desarrollo y la relación que tenían ellos con el museo y con Fernando Zóbel”.
Un antes y un después
Nada volvió a ser igual desde que abriera sus puertas el Museo de Arte Abstracto. Cuenca es desde entonces una ciudad con reproducciones de los cuadros más famosos de la pinacoteca en sus bares. Y en los hogares, como cuenta el periodista José Vicente Ávila: “Yo creo que en cada casa de Cuenca había una lámina de Zóbel, de Saura, de cualquier pintor. ¿Qué significa eso? Que los ciudadanos de Cuenca están con su museo”.
La proyección internacional del museo ha repercutido en la imagen de la ciudad. “Cuenca consiguió algo que dura hasta hoy”, apunta Santos, “y que es lo más difícil de tener: buena fama. Y todavía sigue teniendo Cuenca esa buena fama gracias al museo”.
Testimonios personales
Lo más interesante de estas memorias es también lo más personal de sus testimonios. “En los libros de historia no aparece el relato de la gente normal que vivía aledaña al museo o que trabajaba en el museo”, explica Plaza. “Esa gente nos ha contado su visión personal con una perspectiva mucho más humana”.
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Sensaciones como las de Encarna Quejido que trabaja en la limpieza del museo: “Es lo que me dicen mis amigas. Tú, aunque estés fregando, porque es en realidad lo que hago, estás en un sitio privilegiado. Estoy limpiando una sala, por ejemplo, levanto la mirada y miro hacia las rocas y digo: ¡Esto no lo tiene nadie! Por eso digo que es mágico”.
Orgullosos del museo
Un museo que gusta a todos, como dice el cantero Juan Pinedo: “Puede que a algunos le guste más o menos la pintura que hay, pero por lo general todo el mundo creo que estamos bastante orgullosos de tenerlo”.
Nada sería igual hoy en día en Cuenca. “Una pieza clave en el encanto de la ciudad”, dice Quejido, “porque la parte alta sin el museo es como un jardín sin flores”. O como ese jardín seco de Zóbel, uno de sus cuadros más reproducidos.
Paco Auñón
Director y presentador del programa Hoy por Hoy Cuenca. Periodista y locutor conquense que ha desarrollado...