El arte abstracto de Zóbel conversa con los clásicos del Museo del Prado
La exposición ‘Zóbel: el futuro del presente’ se podrá ver en la pinacoteca madrileña hasta el 5 de marzo
El arte abstracto de Fernando Zóbel conversa con los clásicos del Museo del Prado
Cuenca
Zóbel: el futuro del pasado es el título de la exposición que podemos ver desde este 15 de noviembre y hasta el 5 de marzo de 2023 en el Museo del Prado. La muestra recoge más de 70 pinturas, 54 cuadernos y una amplia colección fotográfica y de obra gráfica de Fernando Zóbel (Manila, 1924-Roma, 1984) y viene organizada de la mano de la Fundación Juan March y la Fundación Ayala.
“Es una exposición a iniciativa del Prado que está interesado en mostrar artistas modernos y contemporáneos que hayan tenido una relación especial con la tradición pictórica occidental, en el caso de Zóbel también con la asiática”, explica Manuel Fontán, director del Museo de Arte Abstracto Español de Cuenca, creado por Fernando Zóbel en la década de los 60 del siglo XX, y uno de los comisarios de la muestra junto a Felipe Perera, el profesor de la Universidad de Harvard especializado en la obra de Zóbel.
Conversación con los clásicos
La exposición muestra tanto pintura como cuadernos de apuntes que el artista de origen filipino donó en 1981 a la Fundación Juan March, entidad que gestiona su obra y el museo conquense de las Casas Colgadas. “Esas obras forman una espina dorsal en la que se va contando la conversación que Zóbel tuvo con los grandes maestros: Goya, El Greco, Velázquez, Rubens, Rembrandt… En algunos casos esas conversaciones desembocan en cuadros de Zóbel que están en esta exposición, en otros en obras propias del Prado, de Zurbarán o de otros artistas como El sueño de la doncella de Lorenzo Lotto que ha llegado desde la National Gallery of Art de Washington”.
El futuro del pasado
El título de la exposición hace referencia a “la relación que tenía Zóbel con el pasado y la Antigüedad”, explica Fontán, “con una conciencia, por sus lecturas y por su experiencia, muy clara de que siempre todo lo vemos desde nuestro presente donde funciona una especie de juego que articula el pasado y el futuro”.
Otra forma de explicarlo, es que Zóbel “fue un artista abstracto, no figurativo, de la segunda mitad del siglo XX, y se mide con artistas como Velázquez, como Goya, como Rembrandt”, apunta Fontán. “Él nunca vio la contradicción entre ser abstracto y hacer cosas nuevas y, a la vez, conversar con los maestros antiguos, lo que se ve muy bien en esta exposición al hilo de sus cuadernos y de las obras finales es cómo consiguió una obra abstracta maravillosa y bellísima no anulando lo anterior ni haciendo tabla rasa sino metiéndose en ello hasta conseguir esos ambientes, hechos como con un pincel de niebla, que conservan las líneas básicas, reducidas a cierta esencialidad, de obras como Las Hilanderas o Los fusilamientos del 2 de mayo”.
El ojo cosmopolita
La exposición se completa con una última sala “donde aparecen referencias a los tres mundos en los que vivió, Europa, América y Asía, y un video-ensayo sobre sus cuadernos que se llama Memoria del instante: los cuadernos de Fernando Zóbel y mucho material dedicado a su labor de maestro, pedagogo, caricaturista, dibujante,…”, según avanza Fontán.
Un Zóbel de Cuenca
“Los conquenses tienen más derecho que nadie a ver esta exposición con mucho tiempo porque es de su Zóbel, de esa figura cosmopolita que decidió pasar buena parte de su vida en Cuenca y crear allí el Museo de Arte Abstracto”, apunta Fontán.
Paco Auñón
Director y presentador del programa Hoy por Hoy...