La sanidad rural en Castilla-La Mancha: sin listas de espera pero a una hora del hospital más cercano
Enriqueta y Begoña son dos médicas que prestan servicio en Villalba del Rey (Cuenca) y en Los Navalucillos (Toledo). En 'La Ventana de Castilla-La Mancha' cuentan su día a día
Dos médicas rurales de Castilla-La Mancha cuentan su día a día
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Toledo
La manifestación del pasado 13 de noviembre en Madrid ha protagonizado un antes y un después en la comunidad vecina a la hora de hablar de la gestión pública de los recursos sanitarios. En Castilla-La Mancha, el consejero de Sanidad, Jesús Fernández, aseguraba días después de esa protesta que aquí no había motivos para una manifestación similar porque todos los indicadores aseguraban que en Castilla-La Mancha la sanidad es mejor que la de Madrid. Sin embargo, hay un hecho diferencial que se da aquí, pero no en Madrid: la dispersión geográfica y las dificultades para atender a todos los vecinos.
En 'La Ventana de Castilla-La Mancha' han participado dos médicas rurales que prestan servicio en estos municipios. Una de ellas es Enriqueta y es médico en el Centro de Salud de Villalba del Rey (492 habitantes), en la provincia de Cuenca. La otra médica es Begoña y además es la coordinadora del Centro de Salud de Los Navalucillos (2.171 habitantes), en la provincia de Toledo. Cada una de ellas, además de su consulta, presta servicio en otras poblaciones. El centro de salud que coordina Begoña tiene consultas en una docena más de municipios, aunque su cabecera está en Los Navalmorales, que tiene mayor población, y es donde está el PAC (Punto de Atención Continuada).
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Enriqueta por su parte tiene consulta en dos consultorios más, además del de Villalba del Rey. En uno de ellos residen solo 30 vecinos, aunque no hay internet. Las recetas, cuenta, las tiene que tomar a mano y cuando regresa a su consulta habitual introduce los datos en el sistema para que los pacientes puedan retirar su medicación en la farmacia. Esto ocurre en Portalrubio de Guadamejud y también pasa en uno de los consultorios donde trabaja Begoña, en el de Valdeazores. Allí hay internet, pero con la última actualización del sistema del SESCAM, el ordenador se ha quedado desfasado y nunca lo han sustituido.
Las citas, novedad con la pandemia
Las dos médicas recuerdan que, antes de la pandemia, prácticamente ningún vecino pedía cita previa. "Llegaban a la consulta y les atendíamos. No hay lista de espera", asegura Enriqueta y refrenda Begoña. Sin embargo, ahora hay que pedir cita. Para ello, los pacientes en la inmensa mayoría la piden por teléfono -no sin dificultades para poder ser atendidos en picos puntuales de demanda- y en un número mínimo de casos, por la APP o internet, pero eso es algo que suelen hacer los hijos de los pacientes. Sin embargo, las dos facultativas reconocen que si no tienen pacientes, pueden atender sin cita previa, al igual que se hacía antes de la pandemia.
Lo de pedir cita es importante también para que las dos se configuran las agendas. Begoña por ejemplo cuenta que está 3 días en Los Navalucillos y el resto de la semana se reparte entre Robledo del Buey (83 habitantes), Los Alares (58 vecinos) y Valdeazores (37 habitantes). Un día a la semana va el médico y otro día a la semana pasa el enfermero.
Hasta 180 kilómetros diarios
Cubrir los domicilios es, quizá, una de las labores que requieren más tiempo y mayor trabajo de preparación. Enriqueta cuenta que, de media, hace entre 140 y 180 kilómetros diarios; porque ella reside en la capital y está ya a una hora del Centro de Salud de Villalba del Rey. Se organiza en función de la agenda, pero todo puede cambiar por una urgencia. Aquí entra uno de los hándicaps de la sanidad rural: la proximidad a un hospital. La provincia de Cuenca solo tiene uno, ubicado en la capital y a una hora del centro de salud de Enriqueta. Sin embargo, cuentan con la ventaja de tener una ambulancia, pero solo con conductor. Aun así agiliza mucho gestionar una urgencia. Esto es algo que no ocurre en Los Navalmorales -a media hora del Hospital de Talavera-, el centro sanitario de referencia para el Centro de Salud que coordina Begoña, que lleva años reclamando esa ambulancia. En el caso de Enriqueta, la ambulancia se la adjudicaron en contraprestación por la amenaza de cierre de las urgencias a partir de las 8 de la tarde en el Centro de Salud de Villalba del Rey.
En general, en los dos casos se llama al 112 para una urgencia grave y el traslado se hace en helicóptero. En Los Navalmorales, recuerda Begoña, se intentó compensar con dos médicos en fin de semana de guardia, por si uno tiene que atender una urgencia que no quede el consultorio sin médico.
¿Tiene futuro la sanidad rural?
Esta es la gran pregunta que se hacen las dos facultativas. Motivos no les falta porque en el Centro de Salud de Villalba del Rey, cuenta Enriqueta que "en 3 o 4 años va a haber muchas jubilaciones". Las dos aseguran que no hay relevo porque tampoco hay buenas condiciones y cada médico tiene que poner su propio coche para hacer domicilios. "Es una profesión muy bonita -coinciden ambas- pero creo que si no hay un Pacto político por la Sanidad Pública y la Atención Primaria o no va va a haber gente suficiente para que venga".
Aldo Gómez
En 'Hora 14'. Antes, había pasado por SER Toledo, Radio Albacete, Radio Madrid y Radio Arosa