Las peripecias de un pequeño pueblo de Cuenca para acercar los libros a sus vecinos

Cuenca

En Albalate de las Nogueras (Cuenca), una pequeña localidad de 250 habitantes de la comarca de la Alcarria, tienen biblioteca municipal desde 1984. Actualmente, este centro cultural que lleva el nombre de la poetisa y mecenas local Mayda Antelo, alberga también en punto de información juvenil y el centro de internet, dispone de varios ordenadores para los usuarios, cuenta con un amplio catálogo de libros ampliado a lo largo de los casi cuarenta años de andadura y pertenece a la Red de Bibliotecas de Castilla-La Mancha.

Más allá de poner en marcha un club de lectura de adultos que funciona desde hace años, ahora, con el objetivo de acercar un poco más los libros a sus vecinos, la bibliotecaria Teresa Roldán acaba de crear un punto de lectura en el consultorio médico. Como dice aquel dicho de que si Mahoma no va a la montaña… Tere ha querido ponérselo fácil a los vecinos de Albalate. “Los bibliotecarios, sobre todo en los pueblos pequeños, tenemos que reinventarnos casi día a día porque los lectores cada vez son menos”, como nos ha contado en una entrevista en Hoy por Hoy Cuenca.

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La biblioteca va al médico

La iniciativa más reciente de esta bibliotecaria rural surgió estando ella en la consulta del médico. “Pensé, aquí es un sitio donde se encuentra la gente y tenemos pocos sitios así en el pueblo”, explica Roldán. “Se lo propuse al médico y le pareció buena idea. Así hemos conformado una estantería con libros expurgados de nuestro catálogo animando a la gente a los cojan, los lean, los vuelvan a dejar o se los lleven si así lo desean”.

Vivienda de mayores

Otra de las actividades puesta en marcha por esta bibliotecaria es acercar la lectura a los residentes de la Vivienda de Mayores de Albalate de las Nogueras. Este recurso gestionado por el Ayuntamiento acoge a cerca de veinte mayores y Tere se acerca una vez a la semana para acompañarles “y leerles, contarles cuentos, plantearles adivinanzas, cualquier cosa relacionada con la lectura, juegos, trucos para que ellos participen e interactúen conmigo”, dice Tere. “Y les gusta mucho”.

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También en el colegio

“Colaboramos con el colegio en días puntuales como el del Libro o el de las Bibliotecas. Además, cada semana, en la propia biblioteca, organizo para los niños un cuentacuentos”, explica esta bibliotecaria. “También estamos en permanente contacto con las profesoras por si ellas necesitan alguna lectura en concreto para procurar proporcionársela”.

Los libros más cerca

Con estas iniciativas, Tere Roldán busca acercar los libros a todos. El nuevo punto de lectura del consultorio médico ayuda a las personas mayores, cada vez más en estos pueblos que sufren la despoblación. En Albalate, que como dice una coplilla “…está asentado en el culo de una taza y todo son cuestas arriba hasta llegar a la plaza”, la biblioteca municipal está precisamente en la plaza Mayor y el consultorio en la parte baja, “y hay gente mayor que no suele subir porque no pueden”, explica Tere, “incluso a otros les puede dar un poco de vergüenza, y yo creo que la biblioteca es algo que tiene que disfrutar todo el mundo, sin complejos, que sea un punto de encuentro”.

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Casi que solo le falta repartir los libros casa por casa, como hace con las medicinas el farmacéutico de Albalate de las Nogueras Juan Miguel Martínez.