Miguel Romero recuerda los momentos de su vida marcados por las canciones

Cuenca

Miguel Romero ha participado en el espacio El baúl de las canciones que emitimos en Hoy por Hoy Cuenca, un tiempo de conversación y música en el que el historiador, profesor, escritor y cronista oficial de la ciudad de Cuenca ha compartido con los oyentes algunos de los momentos más significativos de su vida a través de sus canciones favoritas.

Además, hemos avanzado los contenidos del IX Taller de Historia, el nuevo ciclo de conferencias que, cada quince días, impartirá en el centro cultural Aguirre de la capital los jueves a las 19.30 h. y hemos recomendado su última novela Los misterios de la catedral.

The Moody Blues. Nights in white satin

Esta canción me recuerda a cuando salí de Cuenca en los años 70 para conocer el mar y llegué hasta Benidorm donde trabajé de camarero. Me rememora los momentos de diversión después del trabajo, con aquellos amigos. Trabajé de camarero por el deseo de abrir las expectativas de mi vida. Estaba estudiando Magisterio en Cuenca porque mis padres no se podían permitir que estudiase Historia, algo que luego sí pude cursar y licenciarme. Por entonces nunca había salido de la ciudad, vino esa oportunidad y a Benidorm que me fui.

The Rolling Stones. (I Can't Get No) Satisfaction

Me recuerda momentos felices en mis primeros años como maestro en la provincia de Barcelona, en Pineda de Mar y en Sabadell, en los años de apogeo de los Rolling Stone, a finales de los 70, en una Cataluña siempre más progresista que el resto de España. Allí escuchaba estas canciones. Satisfation y Angie me marcaron mucho en aquellos años.

John Lennon. Imagine

Es una composición eterna que me retrotrae a los años 80 en los que me muevo en un ambiente universitario y que viví a caballo entre Barcelona o Gran Canaria, en Playa de Tasarte, donde tuve que hacerme a vivir junto a las olas en un paraje salvaje en los acantilados yo solo en una casa. Una experiencia maravillosa. Después viví entre Madrid y Parla. En aquellos años, ya con 30, me reencontraba con esta música y ese ambiente de la noche que los amigos que llegamos de provincia deseamos compartir en un espacio urbano que no conocíamos en su justa medida.

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Bruce Springsteen. Dancing In the Dark

Esta canción sigue estando ahí a pesar del paso del tiempo, como Bruce, y permite aglutinar corazones y edades diferentes. En cualquier momento de mi vida, incluyendo ahora, me trae buenos recuerdos y la escucho con placer. Me voy a quedar con las ganas de ir a verlo a Barcelona porque probablemente esos días tenga que viajar a México por una actividad de la asociación de cronistas.

Navajita Plateá. Noches de Bohemia

Me gusta el flamenco pop que nos hace revivir un poco esa sensación de cuál es la seña de identidad de gran parte de España.

José Luis Perales. Un velero llamado libertad

Es una persona entrañable que conocí cuando sus hijos iban al colegio Fray Luis de León de Cuenca. Yo entonces era inspector de Educación y nos encontrábamos muchas veces en el trayecto por la avenida República Argentina y charlábamos. Esta canción tiene una bonita letra, lo que le ha dado más fama a Perales, su letra poética, el mensaje que trasmite. Bellísima.