Solas

Toledo

El aborto se ha vuelto a poner en las últimas semanas encima de la mesa. Hace unos pocos días por esa ocurrencia, por llamarlo de alguna forma, de que las mujeres antes de abortar tuvieran que escuchar el latido fetal. Ahora por ese aval que el Constitucional dará a la actual ley de plazos. Pero ni en las medievales ideas de las cabezas de algunos ni en los apoyos legales de otros, y lo digo en masculino porque son muchos, muchos los hombres que salen hablando del aborto, veo la carga emocional, psicológica e incluso física que supone para una mujer, o para una pareja, tomar una decisión como esta.

Abortar no es una fiesta señores. Abortar es una decisión dura, increíblemente compleja, sean cuales sean las circunstancias de las personas que la toman. Abortar deja en tu cuerpo y en tu mente una carga que se tarda tiempo en superar. Así que, ni en el mejor de los casos, ni en el caso de tener todo el apoyo familiar y público, cosas que no suelen ocurrir, es una decisión fácil.

¿Y saben lo peor? Que en las miles de situaciones en las que se puede encontrar una mujer, que por miles de razones decida no continuar con un embarazo, lo que es seguro es que se va a encontrar sola, muy sola. No solo tomando la decisión sino ejecutando esa decisión.

Lo mínimo que debería tener una mujer que quiere abortar es apoyo médico, pues eso tampoco lo tiene. ¿Saben cuantos abortos hubo en hospitales públicos en nuestra comunidad autónoma en el año 2020 o en el año 2021? Ninguno. ¿Saben que desde 2015, puede que antes, aunque no he podido encontrar los datos, no se notifica ningún aborto en un hospital publico en Toledo? Ni siquiera en casos en los que peligra la salud del feto o la salud de la madre, ni siquiera en esos casos. Si hay latido y quieres o debes abortar te mandan a un centro privado, concertado con lo público, en muchos casos incluso fuera de tu ciudad ¿Se hacen una idea del calvario de esas mujeres? ¿Se hacen una idea de lo solas que se sienten? ¿Se hacen una idea de lo indefensas que se encuentran? ¿De los dolores físicos que tienen? ¿De los miedos?

Así que a todos y todas las que van por ahí cacareando que se interrumpe un embarazo como se descambia un jersey en Zara tengo dos cosas que decirles: la primera es que mienten y la segunda es que dejen de juzgar, de acosar, de culpabilizar e intenten acompañar a esas mujeres que sobre todo y ante todo se sienten solas. Es una opinión de una Toledana de Toda la Vida