Llanos del Caudillo rehabilitará sus cuevas de quintería: uso museístico y para eventos privados

Valdepeñas (Ciudad Real)

El Ayuntamiento de Llanos del Caudillo va a rehabilitar las dos cuevas de quintería que, aún, quedan en su término municipal. Unas instalaciones que cuentan con una superficie de unos 30 metros cuadrados y que, ahora, se buscará rehabilitarlas para poderlas abrir al público en general. De este modo, se van a invertir unos 70.000 euros (más IVA) y las obras se espera que se prolonguen durante cuatro meses.

Con ello, el alcalde de esta localidad de Ciudad Real, Andrés Arroyo, en una entrevista en la Cadena SER, ha avanzado que cada una de estas cuevas tendrá un uso diferente. Por un lado, una de ellas se destinará a la creación de un Museo etnográfico, con el objetivo de poder dar a conocer cómo era la vida en estas particulares cuevas y, también, dar a conocer los utensilios empleados por los agricultores en aquella época. Por otro lado, la otra cueva se podrá alquilar para celebrar eventos privados, como es el caso de una comida entre amigos o familiares. Unas cuevas que datan de mitad del Siglo XIX y que, además, en esta zona de la provincia llegó a haber una treintena de ellas.

Ampliar

En esta línea, Arroyo ha subrayado que con esta inversión se contará con las primeras cuevas de quintería de titularidad pública y visitables en la provincia de Ciudad Real. Con ello, espera que se convierta en un nuevo atractivo turístico para hacer parada en Llanos del Caudillo, que se sitúa junto a la Autovía A-4, una de las principales carreteras de todo el país. En esta línea, ha detallado que contarán con una buena conexión desde esta Autovía, con el fin de poder ser accesible para cualquier visitante.

Las cuevas de quintería o cuevas-silo: arquitectura popular manchega

Además, estas cuevas de quintería o cuevas-silo forman parte de la arquitectura popular manchega, junto con los bombos o las casillas. Unos tipos de arquitectura que, además, estuvieron muy ligadas a la cultura del vino. Unas cuevas que, principalmente, se localizan en los términos municipales de esta localidad y de Manzanares. Con ello, este tipo de cuevas constituyen uno de los ejemplos mas singulares del patrimonio etnográfico de la comarca manchega. Instalaciones que, además, estaban íntimamente ligadas al terreno calizo, que facilita la extracción de materiales y que, por su consistencia, evitan los desplomes, proporcionado aislamiento térmico frente a las oscilaciones climáticas del exterior. En esta línea, estructuralmente hablando, son una reproducción de las casillas o quinterías, adaptadas a un espacio irregular. Siendo los gañanes y pequeños propietarios los que las construían en festivos y días de temporal.

Unas edificaciones de la que apenas se tiene documentación al haber pasado inadvertidas durante décadas, puesto que se integraban a la perfección con el entorno y pasaban desapercibidas. De hecho, han ido desapareciendo de manera silenciosa y aún queda mucho por estudiar sobre ellas. En este aspecto, se cree que la utilización de este modelo constructivo podría tener relación con la irrupción de los Almohades en el siglo XII y el realojo de los moriscos deportados desde las Alpujarras, en el siglo XVI. Precisamente, estas edificaciones quedaron retratadas en unas fotografías aéreas realizadas en el año 1956, con lo que en aquel entonces se contabilizaron hasta diez cuevas-silo, quedando únicamente dos en pie. Además, se estima que apenas el 10% del total está en perfecto uso, aunque son de titularidad privada, por lo que es casi imposible su visita, uso y disfrute.