El teletrabajo no ha venido para quedarse: apenas un 8,3 por ciento de los ocupados en la región trabaja a distancia
Un estudio de Adecco sitúa a Castilla-La Mancha entre las comunidades con menor porcentaje de ocupados teletrabajando. Un mayor peso del sector agrario y una cultura empresarial que prima el presencialismo explican, según Comisiones Obreras, estos datos
Toledo
El teletrabajo no ha venido para quedarse. Uno de los eslóganes más repetidos durante la pandemia en todo el país apenas ha cristalizado en nuestra región. Según el Monitor Adecco de Oportunidades y Satisfacción en el Empleo, a finales de 2022 sólo un 8,3 por ciento de los ocupados en Castilla-La Mancha trabajaba desde casa. En cifras absolutas son 73.700 personas, un 2,4 por ciento menos que el año anterior. La región es la tercera del país con menor porcentaje de teletrabajo, aunque son ocho décimas más que en 2019, el año anterior a la pandemia.
Desde Comisiones Obreras achacan estos datos a un mayor peso de los sectores agroalimentario e industrial pero también a una mentalidad empresarial que aún prima el "presencialismo". "Realmente no ha calado. Aunque hay más teletrabajo que antes de la pandemia, en el último año ha bajado de forma considerable. Tenemos que avanzar aún en la forma y el tiempo del trabajo", explica Mari Ángeles Castellanos, secretaria de Empleo de CCOO en Castilla-La Mancha pide desvincular "totalmente" el teletrabajo de la conciliación.
A nivel nacional teletrabaja el 12,7 por ciento de los ocupados, cifra que empezó a descender en 2021 y que pese a ser mayor que en 2019 -concretamente 4,4 puntos por encima- aún dista mucho de los países más avanzados de nuestro entorno. En la región ese porcentaje sólo supera a los de Rumanía o Bulgaria, y ello a pesar de que, según Comisiones Obreras, en Castilla-La Mancha habría margen para que alcanzara al 21 por ciento de los ocupados, según encuestas como el INE o la EPA en las que se pregunta si tienen un trabajo que les permitiría teletrabajar total o parcialmente.
Oportunidad para el medio rural
Castellanos remarca que en cualquier caso el teletrabajo debe ser una opción y nunca una obligación y que las empresas han de regular los costes que supone para sus empleados. Según Castellanos, un dato que refleja la escasa implantación del trabajo a distancia en la región son las apenas 67 empresas que han concurrido a la última convocatoria de ayudas de la Junta para fomentar el teletrabajo en Castilla-La Mancha y que apenas han permitido formalizar 49 contratos nuevos y 74 transformaciones de puestos presenciales en empleos a distancia.
Desde Comisiones Obreras aseguran que se ha avanzado mucho en estos años y aunque el teletrabajo tiene muchas ventajas para ambas partes también recuerda que hay informes recientes que señalan que en algunas cuestiones esta modalidad laboral es "mucho más contaminante" al obligar a un mayor consumo de energía en los hogares. De lo que no cabe duda, apunta, es que el teletrabajo es una oportunidad para atraer y fijar población en las zonas rurales aunque requiere, eso sí, de unas buenas infraestructuras digitales y, sobre todo, de una buena cobertura de Internet.
La situación no es la que había hace años, subrayan desde el sindicato. “Muchas personas podrían vivir en zonas rurales y teletrabajar desplazándose de vez en cuando pero para ello se necesita de una buena cobertura de Internet. Es verdad que prácticamente todos los hogares de Castilla-La Mancha tienen acceso a Internet y que todas las personas tienen un móvil con acceso a este servicio, pero si no hay buena cobertura, si no tienes un servicio de Internet que sea de calidad y permanente, sin cortes, al final no puedes optar a esta opción", concluye la responsable de Empleo de Comisiones Obreras.
José C. Rejas
Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense...