Vestal: los guardianes de los saberes ancestrales de la provincia de Cuenca

Cuenca

Vestal Etnografía es una consultoría que busca “recuperar los saberes ancestrales que están en riesgo de desaparición, todos los conocimientos que han ligado al ser humano con la naturaleza a lo largo de la historia y utilizarlos con las herramientas del presente para ponerlos en valor de manera turística y como elementos de adaptación frente al cambio climático”, como nos han explicado Eduardo Bollo y Tirso Moreno, fundadores de esta empresa en el espacio La Memoria de la Tierra que emitimos los miércoles cada quince días en Hoy por Hoy Cuenca.

El nombre de esta empresa, surgida en el ámbito del Urban Forest Innovation Lab (UFIL) que promueve el Ayuntamiento de Cuenca y la Universidad de Castilla-La Mancha, se remonta a las vestales, “las sacerdotisas vírgenes que en la antigua Roma se encargaban de custodiar el fuego eterno e impedir su extinción”, nos cuenta Tirso Moreno. “Es una metáfora con esos conocimientos y saberes ancestrales que son la llama eterna de nuestra cultura. Queremos hacer el esfuerzo de poder mantenerlos”.

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Patrimonio cultural

A lo largo del año y medio de trabajo desde Vestal Etnografía, con el objetivo de poner en valor el patrimonio cultural en el territorio rural, han desarrollado diversos proyectos en la provincia. “En Cuenca con el patrimonio ligado al río Júcar, los refugios de pastores y corrales de ganado en Las Valeras y Olmeda del Rey, los recursos patrimoniales asociados a la ganadería en Huélamo, la toponimia en Almodóvar del Pinar y la tradición de los danzantes en El Hito”, adelanta Bollo.

El barro del Júcar

José Martínez, alfarero y ayudante del ceramista Pedro Mercedes, es memoria vida de su oficio y ha prestado su testimonio a uno de los proyectos de Vestal Etnografía. “Destila sabiduría por cada poro de su cuerpo y sabe mejor que nadie lo que representa el Júcar”, explica Moreno. “Hablar con él era como viajar a un tiempo casi irreconocible hoy, con los recuerdos de las últimas maderadas o en los documentos que atestiguan la importancia de la industria textil en Cuenca, todo eso hacen al Júcar como una columna vertebral histórica y cultural que creo que todos debemos conocer”.

Ganaderos en Huélamo

Hermina Palencia y Juan Martínez aportan su testimonio tras una vida dedicada a la ganadería y a la trashumancia desde la localidad de Huélamo. “Nos han trasladados sus experiencias que se remontan a hace cincuenta o sesenta años pero que parece que hayan ocurrido hace siglos y siglos”, explica Bollo. “El padre de Hermina fue trashumante durante cincuenta años como mayoral y ella le ayudó hasta que se casó. Y Juan nos contaba su propia experiencia y cómo fue cambiando la trashumancia a lo largo de su propia vida, de cómo pasó de hacerla andando, a los trenes que traían el ganado hasta Cuenca o Chillaróny a la facilidad de montarlo en un camión”.

La fuente de los Santos

Fuentes con pilones, abrevaderos o tornajos, como la de los Santos de Almodóvar del Pinar. Así eran las fuentes de antes que tenían que ofrecer agua a los humanos y a los animales. “Lorenzo, Anastasio, Paco y Antonio relataron sus experiencias en torno a esa fuente de Almodóvar como escenario de una vida en el que se han desarrollado las generaciones”, explica Moreno. “El campo, al deshabitarse, está perdiendo sus nombres, su toponimia”.

Los quintos de El Hito

Otro proyecto desarrollado por Vestal Etnografía se ha centrado en la tradición de los danzantes de El Hito. “La fiesta es casi una representación de la primavera que se inicia en marzo con las primeras procesiones de la Virgen de la Encarnación y que termina en mayo con la participación de diablos y danzantes cargados de colores y sonidos primaverales”, explica Bollo. “Ha consistido en documentar y salvaguardar las canciones y ritmos de los paloteos y de todo el folclore tradicional asociado a la fiesta”.

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Próximo proyectos

Eduardo Bollo y Tirso Moreno tienen en marcha nuevos proyectos, uno relacionado de nuevo con la ganadería tradicional y más específicamente con los corrales del ganado o también llamados en estas zonas como tainas y otro en el corazón de la Serranía de Cuenca, en Uña, en el monte de utilidad pública 151, Garcielligeros y otros, en el que queremos poner en valor todos los elementos patrimoniales que van desde tumbas visigodas a elementos asociados con los gancheros”, explica Bollo.

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