Adiós a uno de los edificios icónicos de la Cuenca industrial del siglo XX

Cuenca

A lo largo de esta primavera de 2023 se está procediendo al desmonte de los edificios que conformaban la fábrica de harinas de la empresa Panificadora Conquense Agrícola SA. Por las instalaciones ubicadas en el número 25 de la calle Hermanos Becerril vemos trabajar a operarios que manejan maquinaria pesada, grúas y camiones. Unos trabajos que se hacen más evidentes ya en la segunda quincena de junio cuando se ha producido al derribo controlado del edificio principal.

Mientras se desmontan estas instalaciones, la empresa produce ya desde su nueva ubicación en el polígono de Los Palancares. Allí se han levantado unos edificios modernos de fachadas metálicas que sobresalen por su altura sobre el resto de edificaciones del entorno. Es esta una fábrica para el siglo XXI como lo fue la que ahora se derriba para el siglo XX.

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Casi un siglo de historia

Según leemos en la web de la empresa Panificadora Conquense Agrícola SA, la compañía estaba constituida en 1936, año en el que se emitieron las primeras acciones como Sociedad Anónima. “La fábrica se distinguía por el moderno sistema de cilindros Daverío y por el transporte mecánico de los productos de molienda”, explican. “Se consideraba una de las más modernas y mejor estructurada de España, como se puede apreciar en las fotografías, sacadas de los archivos de la sociedad, que nos da una idea de la envergadura y modernización de las instalaciones”.

Nuevo edificio

El edificio que se está derribando estos días se inauguraba en 1954 “con la presencia de las máximas autoridades del momento, tanto a nivel local y provincial, y también a nivel nacional”, podemos leer en la web. No va a cumplir los 70 años. En su día se levantó en las afueras de Cuenca, pero la ciudad ha crecido en estas décadas hasta más allá de la harinera.

Aquellas instalaciones permitían producir 25 toneladas de harina en 24 horas. “El edificio, sobredimensionado en su concepción, estaba preparado para futuras ampliaciones, las cuales se acometerían en los años 80, y más tarde en el 2000 y también en el 2010”, explican. Con esas ampliaciones que dotaron a la compañía de sistemas más modernos de control de calidad y de producción, se fue aumentando la producción a cien toneladas al día en la década de los 80, a 200 con el cambio de siglo y hasta las 300 actuales.

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“Si por algo se ha caracterizado el último tramo del año 2009 y principios del 2010”, podemos leer en la web de la empresa, “es por la innovación tecnológica: nuevos molinos, nuevos sasores, nuevos plansichter y la profunda remodelación de las instalaciones: suelos, ventanas, aislamientos, etc. de la toda la zona de producción”.

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El crecimiento de Cuenca

Con el paso del siglo XX, la ciudad de Cuenca fue creciendo más allá de la Ventilla y, poco a poco, solar tras solar, los bloques de pisos fueron avanzando por la calle Fermín Caballero, se adueñaron de las eras mientras Cuenca perdía el sabor agrícola relegándolo a la provincia, para desarrollarse como urbe. Con el crecimiento urbano producido en los años 90 y hasta la crisis de la construcción de 2008, nuevos barrios surgieron más allá de la harinera.

Traslado

Pero llegó un día en el que el edificio estaba atrapado. Incluso sus instalaciones dificultaban la construcción de un tramo de la vía de servicio de la calle Hermanos Becerril. La compañía afrontó el traslado y en septiembre de 2020, la Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de Cuenca aprobaba la modificación puntual del Plan General de Ordenación Urbana de la ciudad que permitía el traslado de la harinera. Punto que fue ratificado en pleno el último jueves de aquel mes.

Además de contar con todos los informes técnicos preceptivos, el alcalde de la ciudad, Darío Dolz, firmaba ya el convenio con los propietarios de Panificadora Conquense Agrícola SA. Dolz explicaba entonces que la intención del equipo de Gobierno es “dar continuidad a la vía de servicio que, a día de hoy, está interrumpida por la fábrica”.