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La biblioteca más pequeña de Cuenca está en una vieja cabina de teléfonos

Los vecinos de Ribatajada decidieron hace dos años dar un nuevo uso a la vieja instalación telefónica

La biblioteca más pequeña de Cuenca está en una vieja cabina de teléfonos

Cuenca

En Ribatajada, una EATIM del municipio conquense de Sotorribas, se puso en marcha una iniciativa interesante para darle un nuevo uso a la vieja cabina de teléfonos del pueblo: convertirla en una mini-biblioteca pública para todos los vecinos. Uno de los promotores de la idea fue José Ignacio Marín que junto a otros jóvenes, y con la colaboración de los niños del pueblo, llevaron a cabo el proyecto como nos ha contado en una entrevista en Hoy por Hoy Cuenca.

La pequeña biblioteca

A lo largo de las últimas dos décadas, con la popularización del uso del teléfono móvil, las cabinas públicas de teléfono han quedado obsoletas. A principios de 2019 Telefónica informaba de que en la provincia de Cuenca solo quedaban 51 cabinas que prestarían servicio hasta finales de ese año. A día de hoy, aún se conserva la propia infraestructura en algunos lugares, pero sin teléfono.

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Algo así ocurría en Ribatajada. La cabina de la plaza de la Fuente estaba abandonada, sin uso “y bastante fea”, dice Marín. “Hablándolo con otra gente en el pueblo sobre qué se podía hacer, y la ventaja es que al final siempre piensan más unas cuantas cabezas que una sola, decidimos reconvertirla. Compré unos botes de pintura e involucramos a los niños para pintar unos triángulos de colores y unas letras”.

‘Biblioteca La Cabina’, se puede leer hoy en ese viejo cubículo de teléfonos. Con esa actividad colaborativa se buscaba también involucrar a los más pequeños de Ribatajada en la conservación del patrimonio. “Al final se trata de eso, de que cuando alguien hace algo propio, cuando te involucras, cuando lo disfrutas, lo sientes como tuyo y lo cuidas”, dice Marín.

Vieja cabina telefónica de Ribatajada (Cuenca) donde ahora hay una biblioteca.

Vieja cabina telefónica de Ribatajada (Cuenca) donde ahora hay una biblioteca. / Foto cedida

La biblioteca funciona sola

Tras su rehabilitación, la cabina se llenó de libros y, dos años después, sigue prestando ese servicio. “Lo curioso es que funciona básicamente sola”, dice Marín, “porque había escepticismo sobre cuánto iban a durar los libros o sobre si habría vandalismo. La sorpresa es que, tiempo después, los libros van recirculando solos, se van cambiando incluso por gente de otros pueblos. Yo he visto gente venir, como el chico que nos recogía la basura, y preguntar si se podía llevar un libro. Para eso están, le dijimos. Y luego trajo los que ya se habían leído sus hijos. En los dos años de funcionamiento solo he tenido que restituir dos o tres libros porque se habían mojado”.

Vista de Ribatajada en la comarca del Campichuelo de Cuenca.

Vista de Ribatajada en la comarca del Campichuelo de Cuenca. / Foto cedida

La biblioteca ‘normal’

En Ribatajada hay otra biblioteca ‘normal’ que también se hizo por iniciativa popular con libros que compró la Asociación Cultural del pueblo y otros muchos que cedió una biblioteca de Pozuelo de Alarcón (Madrid) porque un vecino del pueblo trabaja allí. “La gente de aquí tenemos suerte de que, aun siendo pocos, somos bastante inquietos”, apunta Marín. “Varios vecinos donaron libros que tenían por casa ya que prefieren que estén todos en un sitio y se puedan usar”.

En esa biblioteca hay también un punto de internet con dos ordenadores lo que ha convertido a ese espacio en centro culturar y lugar de teletrabajo del pueblo mientras esperan que llegue la fibra óptica. “Se supone que este año la van a instalar”, dice Marín.

Biblioteca de Ribatajada creada por la asociación cultural y con la colaboración de los vecinos.

Biblioteca de Ribatajada creada por la asociación cultural y con la colaboración de los vecinos. / Foto cedida

Implicarse en el pueblo

José Ignacio Marín tiene 36 años, es de Valencia, pero decidió vivir en Ribatajada, el pueblo de sus padres, hace cuatro años. “Quería estar con mi gente porque aquí somos menos pero estás totalmente unido. Estoy muy a gusto y he encontrado mi lugar”, dice. A temporadas es contratado por el Ayuntamiento a través de los Planes de Empleo para desarrollar labores de mantenimiento urbano, un trabajo que le ha llevado a implicarse en otros proyectos como construir por su propia iniciativa varios bancos para sentarse en lugares especiales de Ribatajada.

Uno de los bancos instalados por José Ignacio Marín en Ribatajada.

Uno de los bancos instalados por José Ignacio Marín en Ribatajada. / Foto cedida

“Yo no entiendo el paseo sin llegar a un sitio y poder descansar tranquilamente viendo lo que tienes alrededor”, dice. “Si en un sitio hay una sombra, pues hay que aprovecharla. Así que usando restos de poda y alguna madera comprada, con el tratamiento adecuado, van saliendo bancos”.

Paco Auñón

Director y presentador del programa Hoy por Hoy...