Homenaje a “El Último de Filipinas” que vivió en Buenache de Alarcón
Reconocimiento a Marcelo Adrián Obregón este sábado en la localidad en la que pasó los últimos años de su vida
Motilla del Palancar
Buenache de Alarcón está celebrando su Semana Cultural con actividades para todos los públicos entre las que destaca el Homenaje a Marcelo Adrián Ortega, uno de los “últimos de Filipinas” que residió los últimos años de su vida en la localidad. Afirma la alcaldesa, Raquel Hortelano, que les parece importante no olvidar a los personajes ilustres vinculados con el municipio y quieren que permanezca en la memoria colectiva.
Hace unos años se exhumó el cuerpo para trasladarlo al cementerio Nuestra Señora de la Almudena en Madrid, al Mausoleo de los Héroes de Cuba y Filipinas, la lápida que existía se colocó en un lugar privilegiado del cementerio para recordar su figura, este sábado llevarán desde el consistorio una corona de laurel a las 11 de la mañana y por la tarde, a las 19 horas, habrá una conferencia a cargo del historiador Miguel Ángel López para conocer mejor este episodio de nuestra historia. Posteriormente habrá una recreación histórica con un grupo del Aula Militar Bermúdez de Castro de Castellón.
Raquel Hortelano, alcaldesa de Buenache de Alarcón
La Semana Cultural continuará el sábado por la noche con verbena y el domingo con espectáculo para todos los públicos y bingo. Hortelano invita a todo el mundo a participar de estos actos y a disfrutar de este programa estival que han preparado para todos los públicos.
“Los Últimos de Filipinas”
El militar español, Marcelo Adrián Obregón, fue uno de los españoles que se refugiaron en la iglesia de Baler durante 337 días, y que dieron paso a llamarse ‘Los últimos de Filipinas’. Obregón fue uno de los 33 supervivientes del asedio de los insurgentes filipinos a la iglesia de Baler.
Nacido en la localidad burgalesa de Villalmanzo en 1899, trabajó en Madrid hasta que le llegó el momento de cumplir el servicio militar, y embarcó a Filipinas en 1896, un momento en el que las colonias de Cuba y Filipinas estaban en plena rebelión militar, luchando por su independencia.
Combatió contra los rebeldes tagalos en Silán, los montes de Paray, Managondón y Bulacán, hasta que en junio de 1898 llegó con su compañía para proteger el pequeño poblado de Baler, una población de apenas 2.000 habitantes, en la isla de Luzón. Una vez allí, y tras ser amenazados por un contingente de tagalos, la iglesia de Baler se convirtió en el fortín en el que los españoles se defendieron, y que se prolongó durante un año entero.
Fue el 2 de junio de 1899 cuando se izó la bandera blanca de rendición, saliendo de la iglesia de Baler los 33 supervivientes, entre ellos Marcelo Adrián Obregón, quienes regresaron a Barcelona el 29 de julio.
Tras su regreso a España, y ser condecorado y homenajeado, volvió a Madrid y retomó la relación con su novia Hilaria Cuesta, con la que pronto acabará casándose, hasta que, huyendo de la Guerra Civil, llegaron a Buenache de Alarcón, localidad natal de su mujer. Allí falleció el 13 de febrero de 1939.
Fue enterrado en la localidad de La Manchuela, aunque en el año 2000 sus restos fueron trasladados al cementerio de Nuestra Señora de la Almudena en Madrid, al Mausoleo de los Héroes de Cuba y Filipinas.