Cuando el patio del colegio era la plaza del pueblo
Esther Almacha e Isidro Sánchez comentan una postal circulada desde Torre de Juan Abad a Tomelloso en 1973
AUDIO | Cuando el patio del colegio era la plaza del pueblo
12:01
Compartir
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
<iframe src="https://cadenaser.com/embed/audio/460/1701758193934/" width="100%" height="360" frameborder="0" allowfullscreen></iframe>
Ciudad Real
"Esperando que todos estéis ya ahí de vuelta de los madriles, sanos y gordos. Un saludo y cuando queráis os esperamos. El día de tu cumpleaños fue imposible poner un telegrama".
Estas fueron las línea que Leopoldo escribió el 21 de agosto de 1973 a Eugenio, de Tomelloso, en una postal en la que se podía ver la entonces llamada 'Plaza de la Victoria' y el Ayuntamiento de Torre de Juan Abad y de la que Esther Almarcha, directora del Centro de Estudios de Castilla-La Mancha, destaca detalles como la imagen de las niñas que aparecen con el típico babi de colegio, "lo que da cuenta que en aquella época en muchos pueblos el patio del colegio era la plaza". Almarcha recuerda, además, que todavía existía la separación de sexos en las aulas, ya que solo se veían niñas y que, aunque en ese momento ya todos los maestros en España cobraban lo mismo, "antes en las poblaciones de menos de 5.000 habitantes ganaban menos porque se consideraba que tenían menos gastos".
A propósito del texto de la postal, la directora del Centro de Estudios, llama la atención sobre la referencia que se hace al utilizar la expresión "sanos y gordos", algo que denota que "cuando vas al pueblo engordas". Y es que "a finales del siglo XIX empezó a generalizarse el concepto de que en el campo y en los pueblos se ganaba más salud que en las ciudades donde se hacía más difícil el acceso a los productos de huerta", según explica Almarcha que también comenta el tremendo cambio que ha experimentado la plaza de esta localidad.
Torre de Juan Abad es una localidad situada en el Campo de Montiel de la que destacan recursos turísticos como la Iglesia Nuestra Señora de los Olmos, donde se puede contemplar el recién restaurado Retablo Mayor o el Órgano Histórico, uno de los mejores conservados del mundo.
La localidad cuenta también con la Casa-Museo de Don Francisco de Quevedo, señor de esta villa, como recuerda el historiador Isidro Sánchez, colaborador honorífico del Centro de Estudios que también invita a visitar en el cercano término de Villamanrique, el Castillo de Montizón del que el conocido poeta Jorge Manrique fue comendador, llegando a vivir allí largas etapas de su vida.