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Sociedad | Actualidad

Sin lucha no hay derechos

La firma de opinión de la catedrática de Trabajo Social de la Universidad de Castilla-La Mancha, María José Aguilar

Maria Jose Aguilar

Sin lucha no hay derechos

Albacete

Ayer fue el Dia internacional de las personas con discapacidad. Promover sus derechos y su bienestar en todos los ámbitos de la sociedad y que el resto de la sociedad tome conciencia de las situaciones que viven en todos los aspectos de la vida es el objetivo que tiene este día, desde que Naciones Unidas lo estableció en 1992.

Han pasado más de 30 años desde entonces pero los 1.300 millones de personas con discapacidad que hay en el mundo, siguen sufriendo una discriminación sistémica y enfrentan barreras que dificultan su inclusión en todos los ámbitos de la sociedad.

Si a la discapacidad se suma el hecho de ser mujer, entonces las discriminaciones y barreras se agrandan y la violencia se multiplica. Si, además, viven en situación de pobreza o en zonas de conflicto, la situación es todavía peor.

Si en España miramos atrás en el tiempo, podemos apreciar avances importantes en materia de protección a las personas en situación de discapacidad. Pero, si miramos la situación presente, queda mucho más por lograr si aspiramos a la igualdad.

Antes de ayer fue el Día internacional de la abolición de la esclavitud. Sin embargo, Naciones Unidas tuvo que establecer este día en 1985 porque, contra lo que mucha gente cree, la esclavitud no solo no se ha eliminado sino que aumenta y se ejerce de múltiples formas: mediante contrataciones que violan los derechos humanos, imponiendo condiciones de vida y trabajo infrahumanas; mediante el trabajo forzoso en diversos ámbitos, que sólo en 2016 era algo que sufrían 25 millones de personas;

mediante el trabajo infantil; mediante los matrimonios forzados, y otras muchas formas de esclavitud moderna.

El pasado viernes día 1 de diciembre, fue el Día mundial del SIDA. Seguro que nuestras oyentes recuerdan y saben que para luchar contra el estigma que supuso el SIDA en nuestro país para las personas que lo padecían, se generó un movimiento social de lucha ciudadana contra el SIDA que nos hizo tomar conciencia a toda la sociedad española y, gracias a ese movimiento ciudadano, hoy la estigmatización social se ha reducido considerablemente.

También fue el movimiento ciudadano de las personas con discapacidad y sus familiares, el movimiento social que hizo que en España se legislara para el reconocimiento de sus derechos y que la acción pública dejara de ser segregadora y estigmatizadora, asistencialista y paternalista, para ser inclusiva. Hoy queda mucho camino por recorrer para alcanzar la plena inclusión, pero sin ese movimiento ciudadano hoy estaríamos aún más lejos.

También han sido los movimientos sociales abolicionistas quienes consiguieron cambiar conciencias y movilizar a sus sociedades hasta que la esclavitud dejó de ser legal. España, por cierto, ha sido la última potencia colonial y uno de los últimos estados del mundo en abolir la esclavitud. Deberíamos recordarlo, porque es uno de los episodios más silenciados de nuestra historia.

Y a estas alturas se preguntarán por qué les hablo de estas tres causas y de los movimientos sociales ciudadanos que enfrentaron a los poderes establecidos movilizando a la ciudadanía para lograr cambios que hoy nos parecen a todas obvios y normales. Pues porque, como afirmó tan acertadamente Rudolf von Jhering: “todo derecho en el mundo tuvo que ser adquirido mediante la lucha. Todo precepto jurídico importante ha tenido que ser arrancado a aquellos que se le resisten”. Y hoy, en vísperas del aniversario de nuestra Constitución, esto es algo que no deberíamos olvidar.