Cuento feminista

Talavera de la Reina

En cierto pueblo de Asturias, una discoteca organizó una fiesta en la que tres bailarinas se subían a la barra y ligeras de ropa bailaban la chirriante música reguetonera, contorneando sus cuerpos y haciendo “tuerking”.

Las concejalas de Podemos y el PSOE pusieron el grito en el cielo ante tal ofensa machista que degrada el cuerpo femenino y convierte a la mujer en una mercancía que no tiene en cuenta sus valores morales y humanos. Una imagen del patriarcado más cavernoso y de la derecha repulsiva. Las concejalas lo denunciaron públicamente y la discoteca tuvo que pedir perdón y prometer que nunca volvería a tener bailarinas sensuales en sus noches.

Aquel fin de semana las tres concejales progresistas, se fueron a celebrarlo a la discoteca del pueblo de al lado, en una fiesta “solo para mujeres” donde unos jóvenes musculados y embadurnados de aceites danzaban para las congregadas luciendo sus magníficos abdominales.

Eso sí es símbolo de feminismo y empoderamiento.