¿Cuándo se empezó a considerar la necesidad de restaurar el Castillo de Calatrava?
Esther Almarcha e Isidro Sánchez hablan de este monumento a partir de una postal circulada en los años 70
Postales Manchegas | ¿Cuándo se empezó a considerar la necesidad de restaurar el Castillo de Calatrava?
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Ciudad Real
La gran fortaleza de los caballeros calatravos ha centrado esta semana el espacio de Hoy por Hoy Ciudad Real, Postales Manchegas, a partir de una postal circulada en 1970 con la imagen del Castillo ubicado, según la postal en Calzada de Calatrava, aunque el término municipal en el que se encuentra es Aldea del Rey.
El castillo y sus alrededores, con más de 45.000 m2, fue erigido para ser la sede de la orden de Calatrava, sustituyendo la ciudad de Calatrava la Vieja. Su iglesia, convento, hospedería puebla y recinto externo, rodeado de fortificaciones, formaron una auténtica ciudad fortificada medieval.
Un entorno que fue escenario en 1997 del acto en el que fue investido Doctor Honoris Causa por la UCLM el escritor italiano Umberto Ecco, siendo vicerrector, precisamente, Isidro Sánchez, hoy colaborador honorífico del Centro de Estudios y colaborador en SER Ciudad Real que recordaba aquel acto celebrado en el mes de mayo y que sirvió para otorgarle al autor de obras como 'El nombre de la rosa' el máximo galardón que concede la universidad regional.
Entonces la edificación no había sido todavía rehabilitada.
La imagen de la fachada que muestra el anverso de la postal comentada esta semana, era una imagen coloreada del sacro convento de Calatrava, que en ese momento (años 60) estaba en proceso de intervención, "no de rehabilitación", según matizaba Esther Almarcha, la directora del Centro de Estudios de Castilla-La Mancha.
Y es que a partir de los años 50 del pasado siglo XX es cuando se empezó a considerar la necesidad de preservarlo e intervenirlo, aunque con criterios diferentes a lo que es la restauración para los historiadores del arte.
Con anterioridad, en junio de 1931, en la República, fue declarado monumento histórico-artístico. Año en el que se declararon casi 800 momentos de golpe, pero esto no frenó su ruina, tanto por el paso del tiempo como porque los maestres de la orden a principios del siglo XIX decidieron abandonarlo para bajarse a la ciudad de Almagro, ya que las condiciones climatológicas les dificultaban su estancia en el castillo. A su marcha arrancaron todo para que no fuera objeto de expolio iniciándose el proceso de ruina de la fortaleza que se agudizó por llegar a utilizar el lugar como 'cantera' cuando se necesitaba piedra para hacer obras.
A la llegada del periodo franquista se actuó con pequeñas cantidades que fueron más notables a partir de los 50 y 60 cuando la intervención se centró en un primer momento en la Iglesia y el famoso rosetón que con posterioridad se decidió cerrar con una vidriera para que el interior no fuera agredido por la climatología.
Almarcha destaca también de la postal, el texto. "Un intercambio entre dos señoras que hablaban de descanso, en el que la que estaba instalada en la provincia invitaba a la otra a visitar el Sacro Convento", poniéndose de relevancia "el concepto de invitar para mostrar lo propio".