Pepito sale de Cuenca como estrella de la exposición ‘Cazadores de dragones’

Cuenca

El Museo Arqueológico y Paleontológico de la Comunidad de Madrid ubicado en Alcalá de Henares inaugura este jueves 25 de abril la exposición Cazadores de dragones en la que la estrella será el fósil de Concavenator Corcovatus, el cazador jorobado de Cuenca localizado en el yacimiento de Las Hoyas. La exposición está comisariada por José Luis Sanz, catedrático de Paleontología de la Universidad Autónoma de Madrid, y por Francisco Ortega, profesor titular de biología Evolutiva de la UNED, con quien hemos conversado en Hoy por Hoy Cuenca.

Pepito protagonista

La primera salida de Cuenca del fósil de Concavenator, Pepito para los amigos, fue a Japón. Ni más ni menos. El dinosaurio carnívoro conquense fue ya entonces, entre 2014 y 2015, uno de los protagonistas de la exposición Dinosaurios maravillosos de España. Por entonces aún vivía en el Museo de las Ciencias de Castilla-La Mancha antes de trasladar sus restos pétreos hasta el Museo Regional de Paleontología (MUPA) de donde sale ahora para protagonizar esta otra exposición en la Comunidad de Madrid.

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“Concavenator ha conseguido apropiarse de gran parte de la personalidad de la exposición”, explica el profesor Ortega, “que estaba muy destinada a los grandes paleontólogos de la historia y, sin embargo, en el desarrollo museístico de la muestra se ha ido colocando en posiciones de privilegio hasta ser el cartel anunciador y ocupar el final del recorrido”.

La exposición cuenta con el atractivo de poder contemplar fósiles paleontológicos de distintos yacimientos españoles ubicados en Soria, Teruel, Guadalajara, Cuenca o Morella (Castellón). “No es tan habitual encontrar exposiciones con este material que hemos conseguido juntar aquí con mucho esfuerzo y con la colaboración de muchos investigadores para que ilustren parte del discurso y que el visitante pueda darse un paseo por la diversidad ‘dinosauriana’ de España viendo juntos fósiles de muy distintos puntos del país”.

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Elefantes y lagartos terribles

La muestra concede gran protagonismo a los pioneros de la Paleontología y cómo se enfrentaron a descubrimientos imposibles de catalogar en su tiempo sin referencias anteriores. Por eso sorprende que el naturalista Robert Plont, en 1667, publicara por primera vez un fragmento de hueso de dinosaurio en el Reino Unido y lo interpretase como el resto de uno de los elefantes que los romanos llevaron para conquistar las islas Británicas.

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Del mismo modo, casi doscientos años después, Richard Owen registró por primera vez la palabra que acabó definiendo a estas nuevas especies que se iban descubriendo. Las llamó dinosaurios que significa lagartos terribles.

En busca de dinosaurios en los humedales de Cuenca de hace 120 millones de años

Gigantes bíblicos

En España tenemos el ejemplo de los gigantes de Alpuente (Valencia) cuya primera referencia la encontramos en 1681 en la publicación Fénix troyana que firmaba el padre Vicente Mares. “Describe que los gigantes bíblicos habían vivido en Valencia porque habían encontrado fosas con huesos gigantes en Alpuente, un yacimiento actual en el que se han encontrado dinosaurios saurópodos gigantes”, matiza Ortega. “En la exposición se puede ver uno de esos huesos para que la gente vea que, sin ninguna información, si ves ese hueso, piensas que puede ser de un animal que no conoces o, si eres creyente, que pertenezca a aquellos gigantes que se extendieron por el mundo como se cuenta en la Biblia”.